Las maestras rurales siempre son reconocidas por la gran labor de enseñanza y educación que realizan en lugares inhóspitos de nuestro país. Pero a veces da la sensación que el reconocimiento que obtienen de la sociedad no alcanza.
Y más aún cuando se ven imágenes como las que compartimos en este artículo en el que se ve a un grupo de maestras yendo a su lugar de trabajo en medio de caminos rurales sumamente deteriorados por las inundaciones que se registraron en el centro y norte del país.
Les damos un fuerte aplauso a estas educadoras que aman su trabajo. Gracias a ellas todavía es posible soñar con un país mejor en medio de las imágenes obscenas que estamos viendo en estos días en el marco de los allanamientos al empresario kirchnerista Lázaro Báez.
Los datos del último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desafían la idea preconcebida socialmente de que la escuela en la ciudad es mejor que la escuela rural. Es el caso de Argentina, que ha mejorado la calidad educativa de los colegios rurales más que en la ciudad.
Los alumnos de las escuelas rurales argentinas logran el mismo aprendizaje que los chicos de las escuelas urbanas, e incluso más en algunas áreas. Por primera vez, la brecha entre escuela rural y escuela urbana, que tradicionalmente dejaba rezagadas a las primeras, ha desaparecido.
