El ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov se refirió en los estudios de Infobae TV, a la crisis de 2001-2002 y a su desempeño como ministro de Economía del gobierno de Eduardo Duhalde, según publicó iProfesional.
Durante el entrevista, señaló que superar un colapso económico de la magnitud del que acontecía hace 12 años “siempre tiene costos”, aunque defendió su labor en el Palacio de Hacienda y consideró que “hoy se reconoce mucho más a aquello”.
“Lo que hicimos en enero de 2002 lo habíamos pensado para el 99 si se hubiera ganado la elección. Lo óptimo hubiera sido salir de la convertibilidad en 1997. Lo peor era el 2001, cuando la economía ya estaba en depresión, había ‘corralito’ y faltaban reservas”, comentó. “En 2002 el problema era de competitividad y de deuda externa”, sintetizó.
“Venían los del Fondo y decían que el problema era la rigidez laboral, cuando la desocupación era del 19%”, recordó Remes Lenicov.
También expresó que Néstor Kirchner “mantuvo esa política” aplicada por Duhalde, “tal vez por conveniencia o por convicción. Eso no lo sé”.
Dentro de esa política económica, Remes Lenicov apuntó el “superávit fiscal, el superávit en cuenta corriente, el tipo de cambio competitivo y una inflación relativamente baja, aunque a partir de 2006 comenzó a crecer”.
“En materia de largo plazo no se hizo nada, no hubo reforma del Estado ni tributaria. No se hizo nada para avanzar en la promoción de inversiones productivas y comenzaron a aparecer cuellos de botella, en el punto de vista físico y en el ingreso de divisas”, continuó el economista.
“En 2008, Cristina Kirchner inaugura otro modelo de economía. Al poco tiempo, Cristina deja de hablar de las bondades de los superávit gemelos y del tipo de cambio competitivo”, analizó el ex ministro de Duhalde.
“Cuando se habla del futuro se dice que se quiere tener una educación mejor, que no haya más pobres. En eso estamos todos de acuerdo, pero no se discuten los instrumentos de política. Eso hay que discutir”, dijo Remes Lenicov. “El nuestro es un problema cultural”, consideró.
Refirió que desde su punto de vista, con el kirchnerismo “la inflación es un problema ideológico” y estimó que “hay una cosa que da bronca y es que el mundo está bien: hay liquidez y los precios internacionales son bárbaros”.
“No estamos en el 2001. Esto no es el 2001 y tampoco el Rodrigazo. Es una mala situación culpa de ineptitud técnica y mala praxis, pero esto es manejable: lo primero que tiene que hacer el Gobierno es sincerar la realidad. No podés estar permanentemente ocultando y generando dudas”, puntualizó.