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La cuestión energética

La Unión Europea armó un sistema de premios y castigos para inducir el desarrollo de los cultivos energéticos. Pero deja a cada país su implementación

La Unión Europea armó un sistema de premios y castigos para inducir el desarrollo de los cultivos energéticos. Pero deja a cada país su implementación
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Por Infocampo

La Unión Europea hace rato que tomó nota de la importancia que tienen los cultivos energéticos. Tanto así que en la Política Agraria Común (PAC), ha fijado pautas claras de ayuda y también de compromisos para recibir esa ayuda. Los funcionarios de Bruselas fijaron en 45 euros la ayuda para cada hectárea cultivada, lo que a criterio de los analistas viene a ser una clara declaración de intenciones por parte de los mandos europeos. Con ese mandato, cada gobierno debe implementar las políticas para alcanzar el estandar exigido por la Comisión Científica de la UE. Entre otras cuestiones a resolver, los mandatarios tendrán que ver cómo será el reparte entre los países de la superficie máxima cultivable, fijada en 1,5 M de hectáreas.

Y aquí, como en tantos otros casos, comienzan a aflorar las particularidades de cada región. Así lo han advertido, por ejemplo, los españoles. Los principales técnicos involucrados en el desarrollo de estos cultivos afirman que “el desarrollo de las renovables en España, que en algunos aspectos ofrece motivos para la satisfacción, como por ejemplo con la eólica, tiene sin embargo un punto de contraste: la situación de estancamiento de la biomasa. A pesar de las enormes posibilidades de esta tecnología, en la actualidad la potencia instalada no supera los 300 MW, lo que significa que de seguir esta tendencia se incumplirá estrepitosamente el Plan de Infraestructuras que fija en 3.000 MW la potencia de biomasa instalada en el 2012”. El camino no parece sencillo de recorrer.

Made in Argentina

Plantas de biocombustible

Hay varios emprendimientos sobre biocombustibles en la Argentina. Y de diferente envergadura. El grupo Zichy Thyssen, por ejemplo, está invirtiendo u$s 40 M en San Luis. En la otra punta, la Federación Agraria promovía el uso entre sus afiliados. Pero no se conocía uno proveniente desde el sector semillero. Hasta ahora. Don Mario Semillas está presentando en Feriagro y Expocracra su proyecto Bionerg, que apunta a brindar un proceso simple de elaboración de biodiesel. Este proyecto nació a fines de 2003, cuando Edmundo Defferrari, Germán Beckmann y Luciano Pugawko se acercaron al semillero. La empresa ya cuenta con una planta productiva prototipo en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, con capacidad para 180.000 litros anuales, que utilizará para su autoabastecimiento y el próximo paso es hacia el productor. Partiendo de grano de soja, el autoabastecimiento de biodiesel a partir de una planta Bionerg permitirá generar un ahorro total, vendiendo el expeller a Don Mario, de hasta un 40%, si se lo campara con el gasoil.

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