El estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, analizó el fenómeno de acaparamiento de tierras (land grabbing), y concluyó que la compra de tierras destinadas a la producción de alimentos y donde participan gobiernos extranjeros, se concentran en Brasil y Argentina.
Sin embargo, la FAO señaló que el fenómeno de concentración y extranjerización de la tierra y de las cadenas de valor del sector silvoagropecuario es un tema que afecta a gran parte de la región.
“Los gobiernos de la región deben encontrar formas de asegurar que los procesos de concentración y extranjerización de tierras no tengan efectos negativos sobre la seguridad alimentaria, el empleo agrícola y el desarrollo de la agricultura familiar”, señaló Fernando Soto-Baquero, Oficial de Políticas de la FAO.
El estudio fue presentado por la Oficina Regional de la FAO, durante el seminario Dinámicas en el mercado de la tierra en América Latina y el Caribe.
Masivo interés por la compra de tierras
“Hay un masivo resurgimiento del interés por invertir en tierras en la región. Es mucho más de lo que se asumía anteriormente, sea en términos de inversión de tierras o de acaparamiento.”, explicó el consultor de la FAO a cargo de analizar los 17 estudios sobre acaparamiento de tierra, Saturnino Borras, profesor del Instituto de Estudios Sociales de La Haya.
Según Martine Dirven, especialista en desarrollo rural, en América del Sur “estamos ante una nueva ola de un proceso de extranjerización de las tierras importante. En diez años han habido aumentos de siete veces del precio de la tierra en Uruguay y un tremendo proceso de concentración de las tierras en América Latina”
Según el Director del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), Fernando Eguren la concentración en la tierra no es sólo un fenómeno económico, “es también una concentración de influencias, de poder olítico en las esferas territoriales donde está ocurriendo.