Javier Lafuente, de la consignataria Crespo y Rodríguez S.A., analizó las perspectivas del mercado ganadero. “Las operaciones están muy tranquilas, el mercado está complicadísimo, los remates bajaron 0,10 centavos por semana en invernada y la cría tiende a mantenerse, aunque hay pocas operaciones”.
“Están apareciendo vacas viejas preñadas, porque muchos creen que tiene una mejor solución de invernada que el ternero y genera un movimiento de dinero rápido.
“El problema es que el criador no quiere vender porque piensa que el precio está muy bajo y el comprador no quiere comprar porque piensa que el precio va a estar aún más bajo, ergo, no hay operaciones. El 3 de mayo el novillo se vendió a un promedio de $2,456 y el 10 de mayo a un promedio de $2,198. Bajó 0,25 centavos en pocos días y el número de novillos ingresados fue de 1.900 la semana del 3 y de 2.400, la semana del 10. Esta tendencia a la baja se sostiene y se va arrastrando.
“La situación se va a agravar cuando comiencen las primeras heladas en los próximos días y el pasto se achique, los criadores van a tener que vender sí o sí. En condiciones normales, para esta época del año ya no tendría que quedar ningún ternero en los potreros y todavía hay muchos criadores que los están reteniendo. El invernador ya tiene su planificación, sabe cuántos animales va a comprar, sembró verdeo de invierno, tiene alguna suplementación en grano y rastrojos, pero así no va a poder cumplir su proyecto.
“Hace dos semanas le ofrecí a a un cliente unos terneros a $2,80, el lunes pasado me llamó y los tuvo que vender a $2,75, cargamos 22.000 kilos y, vendiendo a cinco centavos menos, perdió $1.100.
“El que no vende ahora, luego se va lamentar cuando le ofrezcan $2,50. Estamos en un momento complicado, pero acá estamos y tenemos que seguir peleándola”.
