Según el relevamiento que lleva realizado el Programa Nacional de Política Lechera, en los dos primeros meses del año la producción del sector lácteo se incrementó 10% respecto de igual período del año pasado. Este indicador estaría marcando que el crecimiento anual previsto para el 2006 será de entre 5 y 6 por ciento.
La producción se calcula en 10.000 millones de litros (unos 300 millones menos que el récord histórico de 1999) y es más que suficiente para abastecer el consumo interno de 200 litros por habitante/año.
“Estamos a años luz de la escasez o de una situación de desequilibrio”, indicó Juan José Linari, director del Programa Nacional de Política Lechera de la Sagpya, desestimando así los rumores acerca de una posible falta de este alimento en el invierno. “Si bien hubo una preocupación por la seca hasta principios de enero en las cuencas lecheras, la situación se fue recuperando con las lluvias, los animales están bien alimentados y hay reservas importantes en los rodeos. Por lo tanto, habrá unos 70 litros más por habitante.”
Las buenas perspectivas previstas para este año se deben a la conjugación de diversos factores: la recuperación sostenida de 22% del sector en los últimos dos años, la reactivación del mercado interno y la diversificación de los destinos de exportación. En el 2005, la Argentina registró envíos a ciento doce países, entre los que se destacaron Argelia, Venezuela, Brasil, México, los Estados Unidos, Cuba, Rusia y Chile. Se exportó el equivalente a unos 2.000 millones de litros de leche, que representaron 23% de la producción total. El 65% de los despachos correspondió a leche en polvo, un producto con alto valor agregado. También son alentadoras las ventas de quesos, que se duplicaron en los últimos tres años y en el 2005 ascendieron a más de 51.000 toneladas.
Según los guarismos de la Sagpya, se está muy lejos de la crisis que afrontó el sector entre el 2000 y el 2003 cuando la producción decayó en ese último año a 7.900 millones de litros.
Precios. “Las cotizaciones de este año son buenas, aunque no tanto como las del año pasado”, sostuvo Linari, y agregó que el país tiene oportunidades de crecer en el mercado internacional. Respecto de las retenciones, que se elevaron en julio del año pasado de 5 a 15%, el funcionario dijo que no incidían tanto en la competitividad de los productos nacionales y que la medida se decidió por un “recalentamiento del circuito de compra de materia prima en función de los altos precios de la leche en polvo, debido al altísimo interés exportador que había, lo cual provocó una situación de tensión con el mercado interno”.
El funcionario terminó diciendo que esa situación se está normalizando y que el mercado está más equilibrado. “Somos optimistas respecto de que vamos a tener precios estables”, concluyó.
Crisis superada
Los tamberos lograron recuperarse luego de un ciclo negativo que se inició en 1999 (año de producción récord) con la recesión del mercado interno, la disminución de las cotizaciones internacionales y el efecto de la devaluación de Brasil. En el 2005, la producción se recuperó y llegó a 9.700 millones.
Conflicto: tamberos versus industriales
Si bien los cálculos oficiales indican que se puede pasar el invierno con tranquilidad, los tamberos e industriales dirimen acerca del desabastecimiento.
Por una parte, el presidente de la Unión General de Tamberos, Guillermo Draletti, advirtió que debido a “las presiones tributarias que viene recibiendo el sector, podría faltar el insumo”.
A esta afirmación, respondió de inmediato la industria. “Nosotros verificamos que no hay escasez, no es el panorama estructural que vemos”, señaló el vicepresidente de la firma La Serenísima, José Moreno, quien sin embargo reconoció que tras la seca de enero, el actual exceso de agua por fuertes lluvias “sí nos está preocupando”.
Draletti sostuvo que “el socio Estado ha aumentado fuertemente la presión sobre el sector, con la idea de que esto puede hacer bajar los precios, pero lo que está provocando es una baja en la oferta de leche”.
El dirigente tambero indicó que el precio “tuvo una baja de 10 a 15% en los últimos meses”, como consecuencia “del bombardeo tributario que comenzó el año pasado, triplicando las retenciones de un día para otro y quitando los reintegros”.
“En el mediano plazo siempre ocurrió en la lechería que estos castigos terminan provocando faltante, al menos para cumplir con los compromisos de exportación contraídos y para abastecer un consumo interno que está firme”.
