Los fragmentos que no se quemaron al ingresar en la atmósfera terrestre cayeron al mar aproximadamente a las 16.45 GMT (las 13.45 en la Argentina), dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Alexei Solotuchin.
La sonda, que costó 150 millones de dólares y había sido dirigida al satélite marciano Fobos, orbitaba de forma descontrolada desde el 9 de noviembre, según reportó la agencia alemana DPA.
Según Interfax, las autoridades registraron la caída desde estaciones terrestres. Por el momento, se desconocen más detalles del lugar en que cayó.
Los expertos corrigieron sus pronósticos una y otra vez y finalmente habían señalado el Atlántico como lugar del impacto.
La posibilidad de que algunos restos cayeran sobre humanos era muy reducida, pero no se descartaba.