Miembros del departamento jurídico de la empresa Molino Arrecifes indicaron hoy que el embargo de una compensación ordenado por la Justicia se originó a partir de una operación defraudatoria contra la empresa.
‘Jamás existió esta compra/venta, porque las firmas y los sellos de la compañía fueron falsificados por un grupo de personas’, comentó a Infocampo Juan Martín de Iparraguirre, abogado de Molino Arrecifes.
‘Los peritos indicaron que las firmas fueron falsas’, indicó el abogado, para luego mencionar que ‘el juez hizo lugar al embargo al ver que la empresa se estaba presentando en concurso, pero nosotros aducimos que los contratos no son reales’.
‘El embargo habría sido decretado por el juez al ver que se trataba de un contrato que en principio estaría firmado por personas con poder para obligar a la sociedad, pero esas firmas fueron recientemente sometidas a una pericia caligráfica en la causa penal, que dio como resultado la falsedad de las mismas, circunstancia que aún no hemos podido acreditar en el Juzgado Comercial N° 8 porque sobrevino la feria judicial’, agregó.
Una cédula de notificación enviada el 18 de abril pasado por el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nª 19 de la Capital Federal a la empresa señala que ‘Molino Arrecifes S.A. resulta ser la única firma que participó en la operación presuntamente defraudatoria y que originó su perjuicio, al punto de que sólo contra ella se dirigió la acción judicial de trámite ante la Justicia comercial, por incumplimiento de contrato’.
“Esto significa que Molinos Arrecifes puede intervenir en el proceso, aportando pruebas en contra de los implicados, y seguir el procedimiento de cerca, por ser parte interesada y ser la damnificada de la operación defraudatoria llevada a cabo por las personas mencionadas”, explicó el abogado de la firma.
De Iparraguirre dijo también que el agente comercial Eduardo D’ Angelo, junto a otros dos socios, fueron denunciados penalmente en su momento por la empresa por haber falsificado firmas de operaciones que “jamás existieron”.
En tanto, según comentó De Iparraguirre, las bolsas de harina vendidas por D’ Angelo habrían sido unas 16.000.
