Evidentemente, los productores han empezado a balancear sus posibilidades.
Ofertando los terneros machos y liquidando la vaca con cría, retienen la ternera liviana que no tiene lugar en el mercado pero aún no puede ser puesta en producción.
Este panorama evidencia que tras el verano de baja demanda interna habrá dificultades en el abasto del segundo semestre del año y deja entrever un 2007 complicado por el bache generado con la eliminación de toda una categoría en los campos de cría.
La sequía que afecta a toda la región de cría impacta de lleno en los productores que, sin red, deben seguir produciendo al tiempo que mantienen la estructura de sus explotaciones.
“Hemos perdido la lógica, la demanda continúa firme, pero no hay pasto. No sé dónde van a poner las vacas”, señaló Vicente Barreix, consignatario y delegado ante la Sociedad Rural Argentina por La Pampa y San Luis.
La grave situación es analizada por la Comisión de Emergencia Agropecuaria pampeana: “Pasto no hay, no nace el mijo, no nace el maíz, se han quemado las alfalfas”, ejemplificó Barreix.
A esta altura, el productor ha decidido achicar los rodeos y ha paralizado las tareas de entore por ausencia de alimento.
“A mí me preocupa más el 2007”, dijo Juan José Ercasti, martillero de la Vittori S.A., de Bahía Blanca, “la ausencia de pasto hace que en la zona a la vaca le cueste mucho tomar celo”. Para Rodolfo Galceran, de Carosia y Galceran, empresa que opera en la zona de Luan Toro, “tuvimos en la últimas dos semanas, sólo en remates, alrededor de 40 mil animales vendidos.
Eso no es común, el tema es que no hay pasto y eso es más fuerte que las restricciones del Gobierno y el problema impositivo”.
Walter García
Corresponsal de Infocampo en La Pampa
