Publicidad Cerrar X

Los chilenos logran venderle arroz… a Brasil

Ya están pagando unos 400 u$s/t. Es un producto speciality. Después intentarán llegar hasta Japón. Claves del "milagro"

Ya están pagando unos 400 u$s/t. Es un producto speciality. Después intentarán llegar hasta Japón. Claves del "milagro"
infocampo
Por Infocampo

“Hace tres años, hablar de exportar arroz era prácticamente impensado, considerando que más de la mitad del arroz que consumimos es importado. Sin embargo, un grupo de productores creyó en esa loca idea y decidió lanzar este proyecto”, dijo recientemente Ema Laval, jefa del departamento de Políticas Agrícolas del Ministerio de Agricultura de Chile, durante el relanzamiento de un plan impulsado por la asociación Proarroz.

El proyecto es ambicioso: busca exportar -entre otros destinos- nada menos que a Japón. Ya enviaron a ese país muestras de arroz mochi, una variedad especial para la preparación de postres y dulces.

Por lo pronto, se puso el foco en un target más cercano: la comunidad japonesa de San Pablo, la mayor del mundo, con 4 M de personas. Sus integrantes no sólo consumen grandes cantidades (60 kg per cápita) sino que buscan calidad. El año pasado, Chile les envió 50 t mensuales de arroz japónico, más conocido como “diamante”, a u$s 400/t, el doble de precio del arroz blanco común. Y este año ya duplicaron los envíos, con 100 t mensuales. El futuro es promisorio. Si bien la producción de arroces especiales es compleja, hay variedades, como la basmati -que tiene un fuerte aroma y un sabor único- que se comercializan a más de u$s 700/t. En India y Pakistán la demanda por el basmati viene en aumento, y los emigrantes asiáticos en Estados Unidos y Europa son excelentes clientes. Ya hay países, como Corea, que están cambiando su tradicional política de cultivar arroces de altos rindes pero menor calidad, para pasar a variedades como la japónica, cuyos retornos son más altos. Tailandia, Camboya y Laos están diversificando su oferta exportadora, incluyendo “arroces boutique”, con distintos sabores, colores o calidades nutritivas. Por ahora, el proyecto, apoyado por la Fundación Pro-Chile, implica más inversiones que ganancias, pero ante la creciente demanda de arroces especiales, Chile quedará posicionado como el principal y más confiable proveedor sudamericano.

Sebastián Masana

Especial para Infocampo

Seguí leyendo:

Temas relacionados: