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Los fideicomisos juegan fuerte en la originación

Las traders financian a productores a través de fideicomisos para asegurarse la materia prima. Glencore, Vicentín, Molinos y Noble también se suman. En octubre se viene uno de Bunge.

Las traders financian a productores a través de fideicomisos para asegurarse la materia prima. Glencore, Vicentín, Molinos y Noble también se suman. En octubre se viene uno de Bunge.
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Por Infocampo

Las empresas exportadoras encontraron un nuevo instrumento para luchar codo a codo con sus competidores por la originación de la materia prima. Hoy los fideicomisos que brindan financiación a pymes agropecuarias para la siembra se convirtieron en moneda corriente dentro del sector.

Para financiar las cosechas fina y gruesa, el 28 de agosto pasado la empresa Glencore acaba de cerrar el secupyme XXV por u$s4,5 millones, donde actuó como estructurador comercial y técnico el estudio Pereyra Zorraquín, Ichaso (PZI) y la sociedad de garantía recíproca (SGR) Garantizar como avaladora de la garantía. Esta compañía no es la única que está en esta operatoria. Entre la semana del 25 al 29 de septiembre las compañías Molinos Río de la Plata y Vicentín desembolsarán u$s4 millones en el secupyme XXVII, también para financiar contra entrega la siembra y posterior cosecha de soja, soja de segunda y maíz.

Bunge, por su parte, desembolsará los primeros días de octubre una suma que todavía no está establecida en un nuevo fideicomiso similar a los anteriores. En este caso está previsto que se prestarán 170 u$s/ha de soja de primera, 136 u$s/ha de soja de segunda y 210 u$s/ha para maíz.

Es importante remarcar que si el productor es arrendatario y celebró un contrato de alquiler contra cosecha se le descontará el importe por hectárea equivalente a la deuda contraída con anterioridad.

Por supuesto que los fideicomisos no sólo se utilizan para la originación de granos. En el caso de Vicentín en marzo de este año cerró el secupyme XXV para financiar el arrendamiento a productores agropecuarios, y en total este fue por u$s3,5 millones. En todos estos casos el estudio PZI actuó como estructurador comercial y técnico.

La operatoria es sencilla. En primer lugar, el productor agropecuario que quiera acceder a esta financiación debe presentar sus papeles para así lograr una garantía de una sociedad de garantía recíproca. Una vez aprobada y certificada la garantía, el exportador elabora un contrato forward según pizarra con el productor, que recibe el monto equivalente al crédito tomado.

Alejandro Bianchi di Carcano, de PZI, explica que el 93% de los productores que participaron en este tipo de fideicomiso repitieron la experiencia. En general según el contrato básico para este tipo de fideicomiso la compañía establece un monto máximo de préstamo de hasta u$s500.000, pero según Bianchi di Carlo lo estándar que se presta ronda los $150.000.

Las pymes que quieren acceder a estos créditos deben afrontar el pago de una tasa anual que ronda alrededor del 6 o 7%, y que si a esto se le suman los gastos de estructuración se elevaría al 13 o 14%.

Otro dato fundamental a tener en cuenta que detalla Bianchi di Carlo es que en la gran mayoría de los casos los productores que acceden a esta financiación son representados por algún exportador o tienen una recomendación de algún tipo.

Yanina Otero / yotero@infocampo.com.ar

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