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“Los supermercados le roban a los productores y a los consumidores”

El presidente de la Sociedad Rural Argentina se refirió a la crisis de la lechería y de las economías regionales. Además, confirmó que seguirá al frente de la entidad por dos años más.

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Por Infocampo

El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, dialogó con Télam sobre la situación que atraviesa el campo y el país.

El reportaje exclusivo a Télam es el siguiente:

P: ¿Cómo ve la situación del agro hoy en día? ¿Cómo ve la situación del país? ¿Qué reflexión tiene al respecto?

Luis Miguel Etchevehere: Empezamos por el campo. Que el gobierno haya cumplido la promesa generó mucha confianza: a partir de la eliminación y reducción de retenciones, la unificación del tipo de cambio, la eliminación de las prohibiciones de exportar, la salida del cepo cambiario y el arreglo con los tenedores de bono. Todo eso generó una gran confianza y, en el caso del campo, rápidamente se vio traducida en una inversión. Vimos cómo se agrandó el área de siembra, prácticamente hay 800 mil hectáreas más de trigo, hay pronóstico de un millón más de maíz, hay pronóstico de 450 mil más de girasol. Vemos que de una manera muy rápida se puso en marcha lo que es el aparato productivo nacional, la inversión de todas las actividades productivas del país va a sumar 58 mil millones de dólares. ¿Sobre qué entendemos que hay que trabajar? ¿Cuál es nuestro rol y el gran desafío? Ganar en competitividad. Esa es la llave que va a ayudar a que la argentina exprese su potencial productivo, y de la mano de eso que se generen en 5 o 6 años un millón 300 mil puestos de trabajo en los lugares en los que producimos.

P: ¿Qué pasa hoy con las economías regionales? ¿Cuál es la solución a las dificultades que atraviesan?

LME: Yo creo que cada vez más va a ayudar encontrar soluciones no generalizar, entonces vamos por actividad. En el tema de la leche el precio que necesita el productor está en la cadena, no hay vuelta. Y ahí hay una mezcla de inflación, de abuso de posiciones dominantes, de ineficiencia de alguna industria, malos negocios y mala visión. Hace poco la industria argentina firmó en Brasil que se limitaba el cupo de exportación de leche en polvo. Por eso le decimos a las industrias que no trasladen su mala forma de hacer los negocios porque a ellos se les ocurra no venderle leche en polvo a nuestros vecinos de fronteras. Y eso la única manera que se arregla no es solo con buena voluntad, sino tomando decisiones en los lugares donde hay que tomarlos y haciendo que de nuestro litro de leche, que salen infinidad de productos, que tenga una retribución nuestros tamberos. ¿Cómo es ese chiste de que retrotraemos nuestros precios a mayo? ¿Entonces nos estuvieron robando a los productores y los consumidores? Si tienen semejante margen para regalar organicemos de manera que no nos roben de antemano.

P: ¿Qué pasa con el trabajo de la Comisión de Defensa de la Competencia sobre la cadena de comercialización?

LME: Desde enero que digo “no se dejen robar por los supermercados”. Lo venimos diciendo desde el primer día. El 4 de abril nos dijeron que iban a hacer una mesa y entendemos que la solución va a llegar en la medida que todas las partes estemos en una mesa. Porque sino hay una parte libre, un líbero que ajusta para abajo tratando de pagar lo más lejos posible, y después sondea al consumidor y convalida al precio que le pagan. El precio nuestro está en la cadena y para llegar a un acuerdo tienen que estar todas las partes en una misma mesa. Todos van a tener que ceder algo, porque sino evidentemente este sistema como está no funciona.

P:¿Cree que en algún lugar del Gobierno no hay voluntad de sentar a ese actor en una mesa?

LME: Puede ser, porque evidentemente no se dio. Pero vamos a seguir insistiendo para que estén todos los actores en la mesa. Nuestro trabajo es hacer que se sienten todos y que realmente haya una negociación. La plata está ahí: en la brecha que hay entre lo que nosotros vendemos un litro de leche y lo que cobran cualquier producto que sale del litro de leche que vendemos.

P: ¿Cómo le sentó al sector el cierre del conflicto que tuvieron en julio con los transportistas?

LME: Primero, los valores de referencia tienen que volver a ser regionales, sí. Yo soy de Paraná y siempre trabajé con hacienda en Entre Ríos, por lo que sé cómo es la vida de un camionero tanto de hacienda como de cereal. Hay picos de laburo, entonces la negociación tiene que pasar por un promedio del laburo del año. Por eso estamos en contra, y lo hemos manifestado a las autoridades, de este arreglo nacional.
 
P: El Gobierno redactó su proyecto de Ley de Semillas y ustedes también, ¿cuales son los lineamientos fundamentales para la Sociedad Rural?

LME: El ministerio abrió a que hiciéramos propuestas y le enviamos las nuestras a la CONASE -la Comisión Nacional de Semillas- donde está claro lo que pensamos. Primero, que está muy bien que haya empresas que desarrollen tecnología en semillas. Segundo, que obviamente que la tecnología hay que pagarla. Tercero, acá hay una ley que ampara al uso propio gratuito que no sé cuánto tiene pero dice que en la medida que destinemos el grano para alimento o grano lo podemos usar. Y sí está prohibido y estamos completamente de acuerdo aquellos que lo usen para venta de semillas. Nosotros entendemos que con esos principios que toda la tecnología se pague con la bolsa de semillas de una sola vez. Después, el productor usa esas semillas y tiene derecho a uso propio gratuito por la misma superficie que compró la primera vez, todo lo que quiera. No mucho más que eso.

P: Esta semana el sector semillero dijo que el proyecto oficial desalienta inversiones y atenta contra el empleo, ¿qué le pareció?

LME: Quieren cobrar la tecnología, te pago la tecnología; quieren control, hay control. Ya está, no entiendo qué más. Me parece un poquito al revés y fuera de sintonía con los tiempos que corren. El Congreso está funcionando, hay que ir a hablar con los legisladores porque es el momento de argumentar, no de declaraciones de intereses.

P: ¿Por qué cree que la Corte Suprema falló contra los aumentos de gas? Lo hizo para no asumir el costo político o sólo continuó con la judicialización de la política?

Luis Miguel Etchevehere: Leí los fundamentos del Colegio de Abogados de Buenos Aires, los cuales son potentes y atendibles, y no hacía falta hacer la audiencia pública. Eso está claro. Creo que, aunque no pueda estar dentro de la cabeza del juez para saber porque razón fallo de esa manera, tiene que haber un principio general, en algún punto, en el cual hay que pensar menos en el costo políticos de llevar adelante determinados fallos y ver qué es lo bueno para el desarrollo y la viabilidad del país. Tiene que haber una última instancia que sepa discernir entre demagogia y caminos ciertos.

P: ¿Considera que fue demagógico el fallo?

LME: Te lo pongo al revés: Argentina necesita una inversión de miles de millones de dólares para poder volver a tener energía. Entonces, si sos un inversor y el precio de lo que voy a producir me lo va a poner un juez, yo no se si invierto. Pero, por otra parte, e independientemente de quién le tocó hacer este laburo hoy, tenés que ver de dónde venimos. Yo soy de Entre Ríos y hace años que venimos pagando la luz a 300 pesos por mes. No entendemos cómo los porteños y la gente del conurbano se sigue quejando cuando durante muchos años les regalaron la energía, el gas y el transporte público a costa de todos nosotros.

P: ¿Cómo ve a la Justicia?

LME: Parece un latiguillo, un lugar común, pero muchas cosas malas de las que hemos vivido desde que volvimos a la democracia hasta hoy no hubiesen sucedido si tuviésemos una Justicia independiente que no estuviera atada a los vaivenes de los momentos políticos. Hay cosas en las que no estuvo presente cuando fue necesario y que fueron muy dolorosas para la ciudadanía. Por otro lado, ya te di la definición de lo que pienso en este momento: ahora que algunos juicios empiezan a ponerse en marcha, dejan en evidencia a los que estaban vaya a saber con qué conveniencia política. Es clave también que los procesos sean rápidos y ágiles, que los que hayan cometido delitos vayan presos. No hay vuelta, las sociedades que funcionan son las que tienen premios y castigos, son las que si alguien comete un delito va preso o tiene una sanción. Está el ejemplo de por qué cumplimos las normas de tránsito en Uruguay u otro país, y es porque tenés miedo de que te metan una multa. Y un ejemplo que da vergüenza es este de Rafecas, y por eso firmé.

P: ¿Hacer eso no lo deja expuesto?

LME: No, no, todo lo que hacemos es porque primero nos sentimos ciudadanos. Creo que quedó demostrado que no tenemos compromiso con nadie, no tenemos miedo y tratamos de hablar de la forma más fundada posible de acuerdo a nuestra lógica. Pero lo de la AMIA y Nisman es grosero. Murió un fiscal de la Nación, es un magnicidio. Si cuando matan a un policía en un país importante se arma un escándalo, imaginate un fiscal. No sé si este señor es bueno, malo o regular, pero en este caso no puede ser que desestime la denuncia contra un presidente de la Nación y un canciller por la muerte de un fiscal que aportaba pruebas del peor atentado que sufrió la Argentina en su territorio en su historia.

P: ¿Qué piensa que pasó? ¿Fue un crimen político del kirchnerismo?

LME: Qué se yo… No lo conocía a Nisman, pero viendo los diarios es evidente que tuvo que ver con la investigación. Con más razón, tenemos que clamar para que haya transparencia e información de qué pasó ahí. No nos podemos quedar quietos frente a semejante barbaridad, porque ¿sino qué le queda al señor que estaba entrando el auto y le pegaron un tiro en el pecho adelante de la mujer y el hijito? Se corre un riesgo muy grande, ¿si matan a un fiscal que está investigando al presidente de la Nación por un caso de terrorismo gravísimo en la Argentina qué nos queda a nosotros? Nuestra vida va a valer menos que nada.

P: Volviendo al tema de los servicios públicos, hubo una actualización de tarifas y eso impactó mucho en la sociedad. La Universidad Católica Argentina (UCA) sostuvo que se crearon 1,4 millones de nuevos pobres a tres meses de que asumiera Macri. ¿Cómo piensa que impactaron en la sociedad estas decisiones políticas y económicas?

LME: La gente espera o necesita que se digan las cosas de antemano y lo más claramente posible qué es lo que va a pasar. Que el diagnóstico es este, que la factura va a ser tal o lo que sea. Eso sería un paso adelante. Lo demás no te puedo dar una idea general, porque por más que ando por toda la Argentina, yo me muevo en lo que es el ámbito de nuestra actividad y ahí, en general, hay entusiasmo, sacando los que todavía están con problemas. Se ve un horizonte y entusiasma que se cumpla la palabra, o digan que es el motor de la economía. Un productor que está acostumbrado a plantar hoy y cosechar en seis meses o tener una vaca y un toro para ver un novillo en cuatro años, los plazos son más tendiendo. Por otro lado, vemos gente idónea en los ministerios que trabaja, conocen y saben, tarde o temprano se tienen que arreglar las cosas. Por más que no se comunique como a algunos les gustaría, es positivo.

P: Usted tiene un discurso mucho más político que otros presidentes de la Sociedad Rural. De hecho, estuvo muy cerca de ser ministro de Agroindustria. ¿Tiene ganas de ocupar un cargo legislativo?

LME: Por la primera parte, es que es nuestra manera de ser y aparte entendemos que viene una etapa de esto. ¿Viste el dicho “obligado cualquiera pelea”? Bueno, esto es lo que nos tocó: ser razonables, hablar con argumento, tratar de tener un contexto general de para dónde va el mundo y también ser flexibles para saber que las cosas no son todas como uno quisiera. Vemos que los países progresan a partir del entendimiento primero entre privados y después entre lo público y lo privado. Y con respecto a lo otro, no sé si saben pero el 22 de septiembre hay una asamblea. Hay lista única, así que me van a elegir por dos años más. Para mí es una gran responsabilidad y en el rol que nos toca acá ayuda a que cada uno cumpla bien su rol de una manera responsable y viendo la foto entera. Entendemos que somos un sector en un país donde hay muchas cosas por hacer y muchas necesidades, que hay realidades que van a diferentes tiempos. Primero, responsabilidad de que este mandato que voy a asumir por dos años más lo haga de la mejor forma posible, porque es, no solamente un honor, sino una gran responsabilidad representar al sector agropecuario de Argentina. Pero también, sin perder de vista el contexto y somos conscientes de que así como tuvimos un rol en la resistencia a las políticas del gobierno anterior hoy tenemos que tener un rol en la construcción.

P: ¿No lo tentaron?

LME: Siempre te dicen. Vengo de una familia de tres o cuatro generaciones de políticos y es una cosa que siempre mamé, pero no es cuestión solamente de ganas o de que te embalen. Lo más importante es qué estás dispuesto a hacer o qué te da tu capacidad. Siempre hay gente que te embala, pero no hay que perder el foco.

P: ¿No le gustaría tener un cargo electivo en Entre Ríos?

LME: Veremos. Siempre está todo abierto una vez que termine. Te lo pongo en otro enfoque: no puedo ponerme a pensar en nada personal ahora por la responsabilidad que tengo acá porque te distrae. Si me pongo a pensar en una cuestión personal ahora te vas de tema. Después me voy a volver a vivir a Paraná porque voy a tener que trabajar allá.

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