La Fundación Saladillense para la Sanidad Animal y Vegetal (Funsapsave), anunció hoy que el próximo sábado se dará por culminada la segunda campaña de vacunación contra la Fiebre Aftosa en la localidad bonaerense, cuyos resultados preliminares arrojan un notable descenso del stock de hacienda.
‘Si bien aún no tenemos datos finales, los datos provisorios arrojan una fuerte caída de las cabezas vacunadas. Teníamos pensado inicialmente inocular a 260.000 cabezas y apenas llegaremos a las 245.000’, dijo hoy a Infocampo Enrique Martinez, titular de la Fundación.
En total, en Saladillo en la segunda campaña de vacunación 2008 se habrían inoculado en campos ganaderos poco más de 83.000 vacas contra las casi 98.000 en la segunda de 2007 y 106.800 vacas en la segunda de 2006.Es decir: el stock de vientres habría descendido un 15% en el último año y un 22% en los últimos dos años.
‘Se nota muchísimo el desánimo de los productores en la actividad, especialmente aquellos más pequeños’, indicó Martínez. ‘Los productores están viendo que no se obtiene un valor acorde al esfuerzo y trabajo que realiza’, agregó el veterinario.
En cuanto a la vacunación de todas las categorías en todas las situaciones de producción, la cantidad inoculada en la segunda campaña de 2008 habría sido del orden de 245.000 cabezas, de las cuales un 18% corresponde a hotelería (feed lots).
Por lo tanto, la cifra total de vacunación podría ser aún menor si no existieran en la zona los corrales de engorde comerciales. “No olvidemos que muchos feed lot en la zona prestan el servicio de hotelería y que éstos reciben hacienda proveniente de otras regiones”, apuntó Martínez.
“Esta situación hace que los números sigan mantiéndose altos, pero la realidad es que la cantidad de hacienda en los campos ganaderos de Saladillo ha disminuido considerablemente’, puntualizó.
Con relación a los costos de las vacunas, el titular de Funsapsave sostuvo que, si bien hubo un aumento del alrededor del 10%, este incremento fue absorbido por la propia Fundación para evitar deserciones. “Los ánimos no son los mejores y si encima cobrabámos más, no iba a querer vacunar nadie”, finalizó Martínez.
