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Ministros europeos reconocieron el derecho de los países miembros de prohibir el cultivo de transgénicos

Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea reconocieron hoy el derecho de los Estados miembros a prohibir el cultivo de transgéncios en sus territorios y respaldaron las 8 restricciones impuestas sobre varios tipos de colza y maíz modificados genéticamente. De esta manera, los funcionarios desautorizaron a la Comisión, que pretendía el levantamiento de estas limitaciones, con el argumento de los productos cuestionados no representan ningún riesgo para la salud humana o para el medio ambiente.

Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea reconocieron hoy el derecho de los Estados miembros a prohibir el cultivo de transgéncios en sus territorios y respaldaron las 8 restricciones impuestas sobre varios tipos de colza y maíz modificados genéticamente. De esta manera, los funcionarios desautorizaron a la Comisión, que pretendía el levantamiento de estas limitaciones, con el argumento de los productos cuestionados no representan ningún riesgo para la salud humana o para el medio ambiente.
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Por Infocampo

El voto decisivo fue el de España, que en anteriores debates a nivel técnico se había abstenido, impidiendo que hubiese mayoría suficiente a favor o en contra del levantamiento de estas medidas nacionales, y que hoy votó en contra de la propuesta de la Comisión para hacer prevalecer el “principio de precaución” y el derecho de los países a decidir, según dijo la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

El resultado de la votación “debilita” la posición de la UE en la Organización Mundial del Comercio (OMC), frente a la denuncia interpuesta por Estados Unidos, Canadá y Argentina, que alegan que estas prohibiciones no están basadas en datos científicos, sino que constituyen un obstáculo al comercio, dijo el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

“La UE está bajo una presión considerable en la OMC y no sólo a causa de la falta de acción en los últimos años. Más retrasos debilitarán nuestra posición” ante la organización”, aseguró Dimas.

“El marco legal de la UE (sobre transgénicos) es el más estricto del mundo y es el marco en el que tenemos que movernos. Seguiremos aplicando el marco legal”, subrayó el funcionario.

Por su parte, el ministro de Medio Ambiente de Luxemburgo y presidente de turno del Consejo, Lucien Lux, favorable a las restricciones, replicó que una “amplia mayoría de 22 Estados miembros rechazaron las propuestas para levantar las prohibiciones nacionales. Es un mensaje claro para la Comisión”, subrayó.

Las ocho prohibiciones nacionales que han quedado respaldadas a nivel europeo son: la de Austria, Alemania y Luxemburgo sobre el maíz transgénico Bt 176; la de Austria sobre el maíz T 25 y MON 810; la de Francia y Grecia sobre la colza de primavera Topas 19/2; y la de Francia sobre la colza híbrida MSIxRF1.

En este sentido, la Comisión recalcó que es la primera vez que el Consejo consigue la mayoría calificada en contra de la Comisión, en un tema de organismos genéticamente modificados (OGM), y por ello necesitará analizar cuidadosamente el próximo paso. Tres son las opciones posibles: presentar de nuevo la propuesta a los Veinticinco, enviar una propuesta enmendada, o proponer nueva legislación.

Posición española

Cristina Narbona dijo que el cambio de la posición de España se decidió de común acuerdo entre los ministerios de Medio Ambiente, Agricultura, Industria y Sanidad. “Compartimos la idea de que esta es una cuestión extremadamente sensible a escala europea, donde todavía hay posiciones muy diferentes e incluso contradictorias respecto del desarrollo de los OGM. Hay informes científicos absolutamente distintos unos de otros y por lo tanto el principio de precaución debe prevalecer”, explicó.

La ministra de Medio Ambiente criticó, además, que la Comisión Europea no actúe para proponer una legislación comunitaria en materia de coexistencia entre cultivos transgénicos, ecológicos y tradicionales, y que no haya presentado aún sus propuestas sobre los umbrales mínimos de OGM en las semillas para ser etiquetadas como transgénicas.

“Le pedimos a la Comisión que ejerza para armonizar las normas europeas porque, si no ejerce, lo que no podemos tampoco entender es que no respete el principio de subsidiariedad, que en este momento se traduce en que haya países que quieran ir con mayor prudencia, con mayor cautela, y que hayan establecido restricciones”, afirmó.

Consultada sobre la contradicción entre el voto de respaldo a la prohibición de OGM y el hecho de que España sea el país de la UE con más hectáreas cultivadas de transgénicos, Narbona dijo que fue el anterior gobierno de José María Aznar el que convirtió a España “en el mayor granero de maíz transgénico de Europa”.

Sin embargo, “este gobierno está trabajando por incorporar mayores dosis de precaución, prudencia y transparencia en relación con los OGM”, señaló.

Los ministros de Medio Ambiente de los Veinticinco debían pronunciarse también sobre si otorgaban o no la autorización para comercializarse en la UE al maíz MON 863, modificado genéticamente para hacerlo resistente al gusano de la raíz del maíz. En este caso, aunque hubo mayoría simple de votos en contra, no pudo tomarse una decisión porque España se abstuvo y no se logró la mayoría necesaria.

Ante la falta de quórum, la decisión pasará ahora a manos de la Comisión Europea, que podrá aprobarla sin problemas, aunque varios Estados miembros, entre ellos Alemania y España, reclamaron que tenga en cuenta un informe de la propia multinacional norteamericana Monsanto, que advierte de efectos del maíz sobre las ratas.

“La noticia de la existencia de Monsanto nos hace, más allá de nuestra abstención, sumarnos a la oportunidad de que la Comisión tenga en cuenta ese informe”, dijo Narbona.

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