Anheuser-Busch InBev es una multinacional de origen bulgo-brasileño que controla marcas como Budweiser, Stella Artois, Quilmes y Corona, entre otras 200, y cuenta además con presencia comercial en alrededor de 30 países. Su participación en el mercado global asciende al 25%, y factura anualmente alrededor de u$s43.200 millones, lo que la convierte en la empresa más grande de la industria, pero sus inversionistas, desde hace un largo tiempo, no han cedido en sus planes de expansión, y realizaron diversas ofertas para comprar a sus competidoras.
Es así que aquí entra en juego la compañía SABMiller, otra importante firma en el sector que tiene presencia en Sudáfrica, otras partes de África, Asia y América. También es producto de diversas adquisiciones y fusiones, y maneja dos de las marcas más reconocidas de la industria: Bavaria (Colombia) y Miller (EE.UU.), de origen sudafricano, tiene 200 marcas en 80 países, y es responsable del 9,6% del mercado global de cervezas. Al 2013, contaba con una facturación de u$s26.932 millones.
Finalmente, luego de varios intentos por parte de la gigante Anheuser-Busch InBev y la resistencia de un grupo de accionistas de SABMiller (la familia colombiana Santo Domingo, que posee el 14% de las acciones) ganó la pulseada la tabacalera estadounidense Altria (propietaria de Marlboro), quien cuenta con una participación mayoritaria, y acordaron un precio de compra de nada más y nada menos que u$s109.000 millones de dólares.
Según detallan, esta sería la tercera mayor fusión-adquisición de la historia, según el instituto de análisis Dealogic, por detrás de las de Vodafone y Mannesmann en 1999, y Verizon Communications y Verizon Wireless en 2013, y la cuarta, según Thomson Reuters, que agrega la de AOL con Time Warner del año 2000 como la segunda.
Por supuesto, todavía queda por resolverse el análisis y posterior aprobación de las instituciones anti monopolio de los distintos países en donde operaría esta gran nueva compañía. Por lo pronto ya se estaría evaluando la posibilidad de que tenga que desprenderse de las firmas MillerCoors (EE.UU.) y CR Snow (China).
Por otro lado, los especialistas del sector ya adelantan que los consumidores serán los principales perdedores de esta fusión, ya que una de cada tres cervezas que se comercialicen pertenecerán a este gigante, lo que impactará de lleno en los precios, calidad y variedad de los productos, que ineludiblemente quedarán en pocas manos.
Del mismo modo sucedería con los proveedores de materias primas que estarán sujetos a reglas de juego dispuestas por el mayor productor y vendedor de cervezas del mundo.

