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Peligro ambiental: Japón quiere extraer metano del océano

Japón se ha sumado a Estados Unidos y Canadá en las perforaciones experimentales en busca de metano, aunque los científicos han expresado inquietud por la liberación incontrolada del elemento químico congelado. Si tiene éxito, el proyecto de perforación para extraer gas podría ayudar al Japón a reducir sus importaciones de gas natural licuado.

Japón se ha sumado a Estados Unidos y Canadá en las perforaciones experimentales en busca de metano, aunque los científicos han expresado inquietud por la liberación incontrolada del elemento químico congelado. Si tiene éxito, el proyecto de perforación para extraer gas podría ayudar al Japón a reducir sus importaciones de gas natural licuado.
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Por Infocampo

Hace 55 millones de años, el clima mundial cambió catastróficamente cuando los volcanes derritieron el gas natural congelado en el lecho marino. Ahora, Japón planea perforar en busca de los mismos cristales de hielo para poner fin a su dependencia de la energía importada.

Miles de millones de toneladas de hidrato de metano, bloques congelados de agua con elementos químicos sepultados en sedimentos a unos 3.000 pies (unos 900 metros) bajo el fondo del Océano Pacífico, podrían ayudar a Japón a independizarse del Oriente Medio e Indonesia en materia de energía. Los ingenieros japoneses han encontrado suficiente “hielo inflamable’ como para satisfacer su demanda de uso de gas por 14 años. La cuestión es extraerlo sin dañar el medio ambiente.

Japón se ha sumado a Estados Unidos y Canadá en las perforaciones experimentales en busca de metano, aunque los científicos han expresado inquietud por la liberación incontrolada del elemento químico congelado. Algunos investigadores culpan al gas de efecto invernadero de haber desencadenado una tormenta global provocada por incendios que contribuyó a barrer de la Tierra a los dinosaurios.

“El hidrato de metano fue una causa clave del calentamiento global que condujo a una de las mayores extinciones en la historia de la Tierra’, dice Ryo Matsumoto, científico de la Universidad de Tokio que estudia al gas congelado desde 1987. “Usando de la mejor manera nuestra sabiduría, conocimientos y tecnología, deberíamos poder utilizar esto acertadamente como una nueva energía’.

Si tiene éxito, el proyecto de perforación para extraer gas podría ayudar al Japón a reducir sus importaciones de gas natural licuado (GNL) que el año pasado le costaron 2,66 billones de yenes (US$23.300 millones). Las importaciones japonesas de GNL totalizaron 62,2 millones de toneladas, el equivalente de 3,03 billones de pies cúbicos, según el informe de intercambio comercial del Ministerio de Hacienda.

“Estamos siguiendo de cerca el proyecto de hidrato de metano del Gobierno, y esperamos empezar a recibir gas algún día por medio de gasoductos que partan del casco continental’, dice Toshiharu Okui, subgerente general de recursos de gas en Tokyo Gas Co., el mayor distribuidor de gas natural del país.

Atrapados en capas de hielo de hasta 500 metros de espesor (1.640 pies) hay, según estimaciones, 40 billones de pies cúbicos de metano cristalino en una fosa oceánica llamada Fosa Nankai, a 30 millas (50 kilómetros) de la costa de la principal Isla Honshu.

“Las reservas no son tan abundantes como las de Arabia Saudita o Rusia, pero contribuirán a que reduzcamos nuestra fuerte dependencia de las importaciones’, dijo Yoshifumi Hashiba, subdirector de la división de petróleo y gas natural del Ministerio de Comercio.

La explotación de la Fosa Nankai depende del desarrollo de conocimientos técnicos mediante un proyecto piloto en el helado norte del Canadá, dice Kenichi Yokoi, que encabeza el equipo del proyecto de investigación del hidrato de metano en la empresa controlada por el estado Japan Oil, Gas and Metals National Corp., conocida como Jogmec.

“La producción experimental en el casquete congelado de Canadá es la clave para decidir cómo aprovechar el hidrato de metano para la producción masiva’, dice Yokoi. “Las tecnologías de perforación convencionales no se aplicarán a la explotación del hidrato de metano’.

El método más eficaz demostró ser la “despresurización’, que requiere perforar profundos hoyos cilíndricos en las capas de hielo. La presión en la cámara se reduce mediante una bomba, haciendo que el gas metano se separe del agua y ascienda a la boca del pozo.

Una primera ronda de perforaciones fue completada en abril por Jogmec y el Gobierno canadiense y un segundo conjunto de pruebas está programado para comienzos de 2008. Ambos Gobiernos se negaron a revelar resultados debido a un acuerdo de confidencialidad, dijo Yokoi, de Jogmec.

La explotación comercial del hidrato de metano es económicamente viable cuando el petróleo se comercia por encima de US$54 el barril, estimó el Gobierno japonés dos años atrás. El Ministerio de Comercio está apuntando al 2016 para iniciar la producción, coincidiendo con la proyectada finalización del proyecto de prueba encabezado por el Gobierno y de 16 años de duración.

Aunque los Gobiernos se sientan atraídos por un combustible abundante y limpio, existe el riesgo de que las perforaciones perturben el lecho marino y desencadenen una liberación incontrolada, dice Matsumoto de la Universidad de Tokio.

“Una liberación masiva de metano en el mar y la atmósfera es un riesgo para el calentamiento global’, dice. “Deben evitarse los aludes masivos en el fondo del océano cuando se perfore en la Fosa de Nankai’.

Los aludes submarinos desencadenados por volcanes que ocurrieron hace más de cincuenta millones de años provocaron la liberación de hidrato de metano, lo que contribuyó a un calentamiento global de decenas de miles de años de duración, dice Matsumoto.

El Gobierno japonés ha prometido rigurosos controles ambientales con detectores de pérdida de gas y sistemas de monitorización que estarán en su lugar antes de la perforación de prueba proyectada ya para 2009.

Una mayor preocupación es la evidencia de que el hielo submarino podría ya estar derritiéndose. En septiembre, Matsumoto se unió a un equipo de investigación en el Mar del Japón para seguir estudiando la presencia de burbujas de gas metano provenientes del lecho oceánico y descubiertas en 2006 por colegas de su universidad.

“Es irónicamente recurrente’, dice Matsumoto. “La extinción de organismos vivientes ha tenido lugar repetidamente en la historia de la Tierra, y organismos muertos se acumularon en el suelo y bajo el lecho marino y se transformaron en petróleo y gas natural’.

Fuente: Bloomberg

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