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Peras y manzanas lideran la generación de mano de obra

Las retenciones convierten al sector en el mayor aportante estatal

Las retenciones convierten al sector en el mayor aportante estatal
infocampo
Por Infocampo

No es un dato menor a tener presente que la frutihorticultura y la vitivinicultura juntas generan más de 800.000 puestos de trabajo genuino por el alto componente que la mano de obra tiene en cada una de las áreas de la actividad.

Según la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados, la actividad está compuesta por cuatro sectores bien definidos -producción, empaque, conservación y comercialización- y en cada uno la fruticultura muestra una gran participación de la mano del hombre.

En la producción, 44,98% corresponde a mano de obra, 24,94% a insumos, 23,83% a combustibles y lubricantes, y 6,25% a estructura.

Respecto del empaque la mano de obra cuenta con 32,61%, en la conservación 15,46 %, y en la comercialización 25 por ciento. Sobre el total de todas las actividades, el componente mano de obra llega a 33,1 por ciento.

Los números por hectárea

Las cifras detalladas con antelación nos indican que por la producción de una hectárea de manzanas y peras se ocupa más de una persona por año para desenvolverse en todas las áreas de la actividad (producción, empaque, conservación y comercialización), en tanto que los cultivos tradicionales utilizan una persona por año para fracciones superiores a las 1.000 hectáreas.

En la última investigación realizada por la Fundación Producir Conservando se determinó que tanto las frutas y hortalizas, como la vid generan 24% del mercado del trabajo, muy lejos de 16% que muestra la actividad cárnica.

De todas formas, esto parece insuficiente en los momentos de la cosecha cuando se necesita personal.

El gobierno en los últimos días ha mostrado preocupación por esta situación y está impulsando la inserción de beneficiarios de los planes sociales a la demanda estacional de trabajo.

De todas formas, los empresarios ven todavía con escepticismo esta instrumentación de un programa para los beneficiarios de los planes sociales.

Para los miembros de la CAFI, no obstante, es una realidad palpable que para cada nueva cosecha la falta de trabajadores es notoria, “pero no hemos tenido buenas experiencias con los desocupados que cobran subsidios”, afirmaron fuentes de la entidad.

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