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La chicharrita del maíz enciende las alarmas en el norte, y en la zona núcleo siguen de cerca su expansión

A partir de monitoreos del Sistema Integrado de Monitoreo Agrícola (SIMA), se registró un 18,4% de positividad de lotes con presencia de la plaga para el período de enero a principios de febrero 

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Por Infocampo

Además de la preocupaciones por el clima y los precios internacionales en declive, el maíz sumó una nueva luz de alerta en las últimas semanas y de acuerdo a datos privados, se detectaron focos de chicharrita del maíz en NOA, NEA y centro y sur de Santa Fe. 

Se trata de una plaga que comenzó a ser más visibles en las últimas campañas del cereal, a partir de su gran potencial de multiplicación y expansión desde el norte hacia el sur del país. 

A partir de 952 monitoreos llevados a cabo por los usuarios del Sistema Integrado de Monitoreo Agrícola (SIMA), se registró un 18,4% de positividad de lotes con presencia de la plaga para el período de enero a principios de febrero. 

La chicharrita del maíz enciende alarmas en el NEA: no hay insecticidas registrados para combatirla

De este modo, la agtech permitió detectaron focos en Salta, Tucumán, oeste de Santiago del Estero, noroeste de Santa Fe, además de una expansión hacia el centro y sur santafesino. 

Estos datos coinciden en gran parte con el análisis efectuado por la Red de Manejo de Plagas de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid). Durante el ciclo 2021/22 relevaron que la plaga se concentró en el norte de Santa Fe, norte y este de Santiago del Estero, oeste de Chaco, este de Catamarca, Tucumán, y Salta.

RINDES EN PELIGRO

Su potencial de daño es elevado y puede causar pérdidas de rendimiento superiores al 70%. Una vez infectadas las plantas, el patógeno puede producir síntomas de enanismo por acortamiento de entrenudos, deformaciones fisiológicas como proliferación de mazorcas, macollamientos o enraizamientos excesivos, entre otros problemas. 

Los perjuicios económicos dependen del genotipo del maíz, del momento fenológico y de las condiciones climáticas en las que ocurre la infección del vector y transmisión del patógeno. En líneas generales, los estadíos temprano -entre V1 y V8- son el período de mayor susceptibilidad del cultivo. 

A partir del análisis de la base de datos de SIMA, se visualizó la mayor proporción de área afectada vegetativa en relación a otras fases del cultivo.

“El relevamiento para el período mencionado arroja un 96% de área afectada en período vegetativo contra un 2% en barbecho y tan sólo un 1,5% en floración”, detallaron desde la plataforma. 

COMO HACER FRENTE A ESTA PLAGA

Para combatirla, remarcaron que es clave estar atentos a las primeras apariciones e implementar controles precoces, porque las infecciones tempranas causan mayores daños

“Las condiciones de sequía pueden aumentar el nivel de daño significativamente, mientras que una buena disponibilidad hídrica incrementa la resistencia de las plantas frente al ataque”, aconsejaron.

En la actualidad las únicas estrategias de control que existen son preventivas y hasta el momento no hay registro de productos fitosanitarios para su control químico. 

Algunas de las consideraciones para el manejo integrado son:

  • Siembra de materiales tolerantes a Spiroplasma: si bien existe variabilidad de respuesta entre genotipos, es la práctica con mejores resultados.
  • Manejo de fechas de siembra para escapar al pico poblacional: existe mayor susceptibilidad los primeros 30 días después de la emergencia. 
  • Control de densidad poblacional: eliminando maíces guachos, su principal hospedante para sobrevivir, y evitando siembras de maíz sobre maíz.
  • Tratamiento de semillas con insecticidas: contribuye a mantener bajas las poblaciones protegiendo al cultivo desde la emergencia y hasta los primeros estadíos vegetativos.