El Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2017 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación prevé un recorte significativo para el sistema de Ciencia y Técnica. Se trata de más 400 millones de dólares menos para la finalidad Ciencia y Técnica y 700 millones de dólares si se suman organismos vinculados.
Al igual que sucede en el INTA, esta limitación en las partidas comprometerá el funcionamiento y el futuro de distintos organismos vinculados al área.
A través de su sitio de divulgación científica Sobre la Tierra, la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) dio a conocer la posición de los científicos, en una entrevista realizada a José Paruelo, profesor titular de la e investigador superior del CONICET, quién también forma parte del grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA).
“Si bien la presencia de Lino Barañao al frente pretendía dar una idea de continuidad a las políticas de CyT, se comenzaron a percibir algunos signos preocupantes. Uno de ellos es la demora en efectivizar los ingresos de los investigadores incorporados a CONICET en 2015. Eso, que no ha terminado de resolverse sumado a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios comenzó a generar preocupación en el sector”, contó Paruelo.
Para el investigador, el presupuesto 2017 agrava estos problemas. “En tanto “ley de leyes” y descriptor clave de la orientación política, muestra una caída muy marcada de los recursos asignados a CyT. En términos generales cae de 0.75% del presupuesto a un 0.59%. Es una caída importantísima ya que implica un recorte de más de 400 millones de dólares de la finalidad Ciencia y Técnica y 700 millones de dólares si se suman organismos vinculados a dicha finalidad”, detalló.
Así, CyT pasaría de un 1,52 % del presupuesto nacional en 2016 al 1,34% en 2017. “Mientras que el presupuesto se incrementa en pesos un 50,54% la finalidad Ciencia y Técnica sólo lo hace un 32,36%. O si se quiere, en dólares el presupuesto se reduce en -5,18% mientras que la finalidad Ciencia y Técnica lo hace en -16,63%. Para todos los organismos vinculados a CyT se observa que el incremento en pesos es mucho menor a la inflación y al aumento promedio del presupuesto”, indicó.
Por el momento, miembros de la comunidad científica están manteniendo conversaciones con los diputados para intentar revertir la decisión. “Un punto importante es mostrar que el reclamo no es una demanda corporativa de un sector. Tener investigación científica no es un lujo cultural sino una necesidad imperiosa en un país que pretenda mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. La conexión entre la investigación y la educación superior, no podemos formar buenos profesionales si no somos fuertes en la generación del conocimiento”, remarcó Paruelo.
Además, el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA emitió una declaración a partir de la cual se generó un petitorio que ya cuenta con más de 20.000 firmas reclamando que no se concrete el recorte.
“Desde el grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA), Investigación y Desarrollo para la Inclusión, del que formo parte también, se han promovido declaraciones y reuniones con diputados y senadores de manera de hacerles conocer los riesgos del achicamiento del sector”, agregó el docente.
