La visita del funcionario de la Nación, fue pactada para debatir junto a productores y empresarios locales sobre las problemáticas que enfrentan los diferentes sectores productivos de la provincia.
Según publicó Diario Los andes, cada industria enfrenta problemas particulares y sobrelleva dificultades que son comunes a todos. La inflación, los altos costos internos, el cierre a las importaciones, cepo cambiario y el tipo de cambio, entre otros aspectos económicos, acotan permanentemente los márgenes de rentabilidad de los productores.
En el caso de la vitivinicultura, se observa una caída del 6,3% en las exportaciones de vino fraccionado (en volumen), en los primeros nueve meses del año, comparado contra igual período de 2011.
El sector en su conjunto presentará a Augusto Costa un plan para mejorar la competitividad. Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, contó que el reclamo se centrará sobre tres temas puntuales.
“Buscaremos que se aumenten los reintegros de exportación, que bajen los aportes patronales y que se baje de alguna forma el costo a los fletes”, indicó Pina.
Por su parte, Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), agregó que en la reunión se hará una presentación sobre la industria vitivinícola mendocina, haciendo foco en la tecnificación, la demanda de mano de obra y la consolidación del plan estratégico de producción.
“Tenemos que demostrar cómo funciona la vitivinicultura en su conjunto y la importancia que tiene para la región”, sostuvo Villanueva, en tanto que Pina reclamó que “hay normas nacionales que no acompañan al desarrollo de las economías regionales”.
Otras industrias, como el aceite de oliva, también se encuentran en una situación crítica y buscan ayuda desde hace tiempo. Este año algunos productores olivícolas decidieron no levantar la cosecha y otros dejaron de hacer envíos al mercado externo para volcarse al interno por problemas de competitividad. “No hay devolución de divisas, los costos son muy elevados y el tipo de cambio está muy atrasado. Así no hay industria que aguante”, protestó Mario Abraham, titular de la olivícola que lleva su nombre.
A estos problemas descriptos por el empresario, se suman las trabas con las que ha topado la olivicultura de la provincia para ingresar sus productos a Brasil, su principal mercado. Una situación similar vive el durazno en lata, que hoy tiene 5 millones de unidades paradas en la frontera con el país brasileño y además “siente mucho el aumento de los costos internos”, según explicó Carlos Quintero, gerente de la Federación Plan Estratégico de Durazno para Industria (Fepedi).
En la reunión, la industria del durazno mendocino en su conjunto reclamará por “normas que ayuden a mejorar la competitividad de los productores locales en mercados fuera del Mercosur”, adelantó Quintero.
También el resto de los sectores agroindustriales sufre problemas económicos y aguardan por ser tenidos en cuenta por el Gobierno nacional.
