La línea de rotoenfardadoras de Mainero está compuesta por los modelos 5820, 5870 y 5880.
Todos ellos poseen un diseño de garganta abierta vertical, que permite al forraje ingresar en forma directa a la cámara de compactación, recorriendo una corta distancia. En un primer paso, el forraje ingresa, y las correas comienzan a formar el núcleo compacto del fardo.
En una segunda etapa, el forraje que entra es compactado entre el fardo y el rolo inferior, en capas densas y uniformes. Finalmente, cuando se completa el proceso de atado, se expulsa el fardo por la apertura de la puerta de descarga. Mediante dos ruedas de barrido, dispuestas en balancín en cada lateral de la máquina, incrementan el ancho de recolección, y el expulsor, compuesto de dos brazos unidos por una barra central, empuja el fardo, que permanece extendido hasta el cierre de la puerta, para evitar que ruede hacia la máquina.
Su recolector de perfil bajo permite mantener la calidad del forraje, reduciendo las pérdidas de hoja, y a través de un único rolo comenzador, ayuda a formar el núcleo en forma inmediata, facilitando el inicio del fardo.
Está compuesto por púas flexibles de reducida separación entre sí, y se encuentra ubicado debajo de la garganta vertical abierta y en la línea de los dos neumáticos. Es accionado hidráulicamente desde el tractor, para un rápido posicionamiento en trabajo o transporte. Esta unidad trabaja en cualquier forraje, y admite hileras voluminosas y deformes, y altos contenidos de humedad.
Marcos Formica, del departamento técnico de Mainero, explicó que este diseño brinda mayor capacidad y calidad de trabajo: “Los fardos salen más compactos, pesados y uniformes, y mantienen su forma durante el transporte y almacenamiento”, destacó.
El modelo 5820 tiene un ancho de 2,35 m y un largo de 3,37 m. Requiere un tractor de una potencia mínima de 60 HP, y puede elaborar fardos de 1,2 m de ancho y un diámetro de 1,5.
Para el modelo 5870, que tiene un ancho de 2,44 m y 3,9 m de largo, es necesario un tractor con una potencia mínima de 70 HP. El tamaño de fardo elaborado por esta unidad es de un ancho de 1,2 m y un diámetro máximo de 1,8 m. El modelo 5880, con un ancho de 2,8 m y un largo de 3, 9 m, requiere una unidad con una potencia mínima de 80 HP. El fardo confeccionado por esta rotoenfardadora es de 1,56 m de ancho y un diámetro máximo de 1,8 m. Sus neumáticos 11 L 15, de 10 telas, presentan un mayor espesor de caucho en los flancos, para disminuir riesgos de daños y pinchaduras.
Las correas de estas unidades, con un ancho de 7″, tienen uniones de grampas de acero inoxidable y pasador de unión sólido. Están diseñadas en forma romboidal en su cara rugosa, para incrementar su capacidad de tracción y brindar una rápida formación del núcleo en todo tipo de forrajes. “El espesor del rolo de mando permite soportar condiciones de trabajo de alta exigencia”, explicó Formica.
El monitor electrónico de estas rotoenfardadoras permite, en modo manual, movilizar el brazo atador, para realizar el atado y corte del hilo. En modo de programación permite seleccionar el tiempo de parada (de 0 a 9 segundos) del brazo atador, para regular la cantidad de hilo por cada lateral del fardo.
Para efectuar la compactación del forraje, el sistema de prensado de dos cilindros hidráulicos trabaja sobre un brazo tensor de correas. Mediante una válvula reguladora de presión, se puede regular la densidad del fardo, de acuerdo al tipo y estado del forraje.
Estos modelos están equipados con atador de doble hilo, accionado en forma automática por el monitor. Tienen una capacidad de almacenamiento de 6 bobinas de hilo, para una mayor autonomía de trabajo, y el recolector es de accionamiento hidráulico, para colocarlo en trabajo o transporte desde el tractor.
