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Sanidad y su impacto en los mercados

Nuestros productores son castigados o beneficiados ante la existencia o no de plagas.

Nuestros productores son castigados o beneficiados ante la existencia o no de plagas.
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Por Infocampo

El mercado internacional globalizado de productos agropecuarios ha impulsado nuevas reglas. Estas reglas, muchas de ellas generadas a partir de la firma de la Ronda Uruguay del GATT y sus Acuerdos, ha comenzado, luego de una década, a mostrar variaciones en los viejos conceptos de ventajas competitivas. Nuestros productores agropecuarios son castigados, o beneficiados, ante la existencia o no de plagas y enfermedades. Esta realidad ha impulsado un fuerte trabajo en todos los países con el fin de establecer áreas diferenciadas de plagas, sea porque las mismas se encuentran en el país pero no están diseminadas, sea porque se encuentran en baja prevalencia. Este nuevo concepto, que ya se está aplicando en el país, ha dado como resultado el reconocimiento internacional de áreas libres de moscas de la fruta – Patagonia y algunos valles de la provincia de Mendoza-, áreas de baja prevalencia de la misma plaga en otros valles de Mendoza, área libre de aftosa sin vacunación en el sur del paralelo 42, área libre de aftosa con vacunación en el resto del país, y varias regiones que están trabajando activamente en las mismas u otras plagas para alcanzar estatus sanitarios o fitosanitarios más elevados.

El trabajo para erradicar estas plagas está lejos de ser un tema exclusivamente técnico o de favorecer solamente a un sector de productores. Estos resultados generan divisas para el país y los costos de los programas son en realidad inversiones que brindan al país, a partir del momento del reconocimiento del estatus, menores costos de producción, mayor productividad, menores costos de exportación y mejores mercados. Probablemente el caso más emblemático y conocido por la sociedad sea el de la fiebre aftosa, pero desde 1998 distintos valles de la Patagonia y Mendoza han ido alcanzado el estatus internacional de área de baja prevalencia primero y de área libre de moscas de la fruta después. En el mes de diciembre pasado se concretó el reconocimiento de la Patagonia de área libre de esta plaga por parte de los EE.UU. y, durante el mes de enero, el servicio fitosanitario de ese país recorrió los oasis productivos de Mendoza con el fin de iniciar el proceso de reconocimiento. Las auditorías de distintos países -como China y Guatemala- se irán repicando durante el presente año y los venideros, con el fin de abrir mejores mercados, o de exportar sin regulaciones que obliguen a aplicar costosos tratamientos de frío durante la navegación de la mercadería. Siguiendo este ejemplo, las provincias de San Juan y La Rioja están trabajando activamente en el mismo sentido y el programa de control o erradicación de la mosca de la fruta se extenderá a otras regiones del país durante finales del presente año y principios del año venidero.

Todos estos esfuerzos, públicos y privados, se realizan con la certeza de que, alcanzar y mantener áreas sanitarias y fitosanitarias diferenciadas, significa dotar a nuestros productos agropecuarios de ventajas competitivas en su colocación en los mejores mercados y con la mejor calidad.

Y, decididamente, esto significa más divisas para nuestros país.

Diana Guillén

Especial para Infocampo

Directora Nacional de Protección Vegetal del Senasa

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