Cuesta creerlo, ya que comparativamente al maíz y trigo, otros dos cultivos que tocaron fondo en estos 10 años, y se recuperan a tasas bajas, la capacidad de respuesta de la oleaginosa es notable, más teniendo en cuenta, que en muchos ambientes compite con la soja.
Al momento se concretó buena parte de la intención de siembra estimada y está dado en su mayor medida, por las siembras del norte argentino y sudeste bonaerense.
Si bien la mejora en el precio de mercado es el común denominador que anima a los productores de todas las regiones girasoleras a inclinarse por el cultivo, cada una tiene causas que le son propias para destinar más superficie a la oleaginosa.
Infocampo dialogó con productores y asesores de cada una de estas áreas para conocer la realidad productiva y con analistas que explicaron los “porqué” de una mejor perspectiva.
Ing. Agr. Carlos Feoli .Coordinador convenio INTA-Asagir
Carlos Feoli, coordinador del convenio INTA-Asagir dio el marco del negocio del girasol con una mirada actual y retrospectiva.
Antes de comenzar con su análisis, Feoli aportó un dato muy jugoso para los productores de girasol que esperan baja en los derechos de exportación para sembrar la oleaginosa.
El último lunes en una reunión que mantuvo con el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, éste deslizó estar plenamente de acuerdo en hacer una reducción de 15 puntos a los derechos de exportación.
Respecto al mercado dijo: “No sólo pesa la falta de las 2 Mt menos de girasol de Europa del Este y Rusia sino que también nuestro país produjo 1 Mt menos la última campaña en contraestación”,
“Si bien en esta campaña recuperaremos superficie, el desafío sigue siendo superar las 2 Mha sembradas”, agregó.
Otro de los puntos que destacó el técnico es el espacio que dejan otros aceites como el de colza o de soja que son destinados para la producción de biocombustibles. De esta manera, toma más protagonismo mundial el aceite de girasol.
Ing. Agr. Iván Vrdoljak Zona NEA
Una de las regiones con los aumentos más importantes en la superficie por sobre lo planificado fue el nordeste argentino.
La zona chaco-santiagueña así como el norte de Santa Fe fueron muy beneficiados por las lluvias otoñales, colocando a un productor en una disyuntiva, según contó Iván Vrdoljak, productor y asesor en girasol de Sáenz Peña (Chaco). “Con el buen almacenaje, el productor estaba obligado a elegir entre sembrar trigo o girasol, y en el mayor de los casos, se inclinaron por la oleaginosa ya que dejaba un mejor margen como también da la ventaja de sembrar a la cosecha otro cultivo estival”, afirmó.
En referencia al aspecto climático, aclaró que esta mayor disponibilidad hídrica, “no llega a ser excepcional, aunque sí no son normales las lluvias que se presentaron en septiembre, más considerando que el cultivo puede tolerar un menor perfil hídrico respecto al trigo, y eso el productor lo conoce”.
Detrás de lo manifestado por Vrdoljak, se pueden leer varios aspectos que él también se encargó de aclarar.
“Al momento, a dos meses aproximadamente de la siembra de los primeros lotes, el inicio de la campaña con buena disponibilidad es óptimo; por otro lado, le permite a los productores de punta, mejorar su rotación ya que permite pensar en sorgo o maíz luego de girasol, y por último es un ingreso más en otro momento del año (haciendo referencia a enero 2011)”, contó el técnico.
Más destacable es este aumento de la superficie, considerando que compite en esta zona con dos cultivos que también tienen dos muy buenas perspectivas como son la soja y el algodón.
Este regreso al girasol habla a las claras de una zona tradicionalmente girasolera, y que a pesar del cambio en el sistema de labranza que se dio hace tres campañas y a dos de la sequía que malogró de forma marcada los rendimientos, las apuestas por el cultivo se mantienen.
Vrdoljak hizo modificaciones en sus planes de siembras iniciales, con aumentos en la superficie en 40%.
Por último advirtió que este año es “bisagra” ya que los productores que se animaron a sembrar, lo hicieron pensando que “sería el último que lo sembrarían si los perjuicios que ocasione la paloma fueran altos como sucedió el año de la sequía”.
Sin embargo dijo que los daños se pueden diluir a causa de la mayor superficie sembrada y las mejores perspectivas que tiene el cultivo para esta campaña.
Ing. Agr. Juan Pablo Ioele.Subregión Oeste girasolero
Entre los que innovan está Juan Pablo Ioele, asesor Crea Posta Espinillos (sudeste de Córdoba). El técnico asesora 2.500 ha de girasol en la localidad puntana de Buena Esperanza, al sudeste, muy cerca de la provincia de Córdoba.
Contó que la decisión de sembrar está dada principalmente por la gran adaptación de la oleaginosa en ambientes marginales y por el negocio actual. Además a la misma latitud pero en la provincia de Córdoba realiza mucha agricultura. Pero sin embargo en este último caso, el girasol tiene importantes pérdidas a causa de daños ocasionados por las palomas.
“En esta región, históricamente ganadera, buscamos hacer una agricultura de bajos costos con cultivos estables como maíz y girasol y cultivos que nos permiten incluir tecnología”, destacó el técnico. Con la superficie de girasol totalmente implantada, Ioele agregó que en sus recorridas más actuales ya detectó la presencia de palomas. Por ello, expuso una de sus estrategias para evadir los potenciales perjuicios que puede llegar a ocasionar: “Para anticipar la cosecha del cultivo aplicaré un desecante cuando el cultivo entre en madurez fisiológica y de esta manera minimizar los riesgos”.
De acuerdo al análisis de los costos evaluados por el técnico, el rendimiento de indiferencia oscila entre 11 a 14 qq pensando en un potencial de 22 a 24 qq, y señala que uno de los principales cuellos de botella de esta región es la lejanía al puerto.
No sólo el negocio del girasol es tentador en el corto plazo sino que también en el mediano.
Negocio. Con precios 50% mayores al promedio los últimos 50 años, el precio a cosecha alcanza los U$S 315/t y de futuro a julio de 2011 de U$S 280.
Ãsta es una gran coyuntura para el productor, más teniendo en cuenta que el girasol tiene una bonificación del 10% por contenido de aceite.
De esta manera aquel productor que alcance buena calidad de su semilla podrá acceder a un precio de hasta U$S 340/t (considerando un precio de U$S 315), este valor es U$S 100 superior al considerado en los últimos años.
Al componer lo que sucede en el mercado, la causa más importante del alza en el precio fueron las magras cosechas en Rusia y los países de Europa del Este, como también mencionara Feoli.
Teniendo en cuenta que los stocks mundiales de aceite son de 30 Mt, las consecuencias de estas bajas en los rendimientos penan la disponibilidad mundial. Al mismo tiempo, por esta baja también se incrementa la brecha entre el aceite de girasol y otros aceites.
Otro de los puntos a tener en consideración es que ante un déficit hídrico marcado por el año Niña, pueden registrarse bajas en los rendimientos de soja, otra de las oleaginosas de las que se obtiene aceite. De esta manera, con este posible escenario, el girasol ganará aún más protagonismo.
De todas maneras al armar un escenario promedio, los productores conocen que se mantendrá la escasez de grano que sostendrá el precio.
Con 1,65 Mha y un rinde promedio nacional de 18 qq/ha, la cosecha llegará estimativamente a las 2,8 Mt, de los cuales se obtendrán 1,3 Mt de aceite. De este total sólo el 45% se consume a nivel interno, con lo cual el mercado externo, muy demandante, deberá esperar otra campaña para que Argentina aumente aún más su protagonismo.
Según Guillermo Simone, responsable de Girasol de Syngenta, la demanda de semillas en esta campaña fue mucho mayor que la campaña pasada, mayormente dado por los aumentos del nordeste argentino y sudeste bonaerense. Por el contrario, la subregión oeste mantuvo su superficie. Aclaró que con este avance se está recuperando una parte del área perdida en la campaña anterior. Un dato interesante que aportó el director es el mayor movimiento que tuvo el mercado de girasol alto oleico.
En este sentido sostuvo que la causa es el mejor mercado de estos materiales, que pueden pagar un 10% extra por sobre la bonificación por contenido de aceite.
Pablo Losada
Nota publicada en la edición del hoy del Semanario Infocampo
