El gobierno restableció a partir de hoy lunes el esquema de derechos de exportación con alícuotas fijas al nivel vigente al 10 de marzo pasado: 35% en soja, 32% en girasol, 28% en trigo y 25% en maíz.
Así lo dispusieron las resoluciones 180, 181 y 182 del Ministerio de Economía, publicadas hoy en el Boletín Oficial.
El verdadero test comienza a jugarse ahora: habrá que ver qué impacto tiene tal medida en los precios disponibles de los granos, en los valores de los contratos futuros de los mercados institucionalizados (Matba y Rofex) y en el resurgimiento (o no) de la plaza de forwards agrícolas.
En los últimos cuatro meses, además de la crisis de confianza promovida por la introducción de las retenciones móviles, sucedieron bastante más cosas que ‘por ser un tanto complejas’ no figuraron en las tapas de los diarios.
Una de ellas es que a partir de abril pasado las autoridades de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario comenzó a instrumentar una serie de complejos y burocráticos requisitos para poder concretar embarques de granos y derivados (que afectó fundamentalmente a los envíos de maíz y aceites vegetales).
Tales requisitos comenzaron a generar demoras en el cumplimiento de muchos embarques y, por este motivo, en los últimos meses exportadores de granos e industrias aceiteras aplicaron descuentos adicionales a los precios ofrecidos a productores. En otras palabras: el riesgo comercial generado por las crecientes regulaciones exigidas por la Oncca fueron transferidas hacia los empresarios agropecuarios.
El viernes pasado el anuncio de la suspensión del esquema de retenciones móviles generó en el Matba un reajuste parcial en las cotizaciones de la soja.
El contrato soja septiembre 2008 del Matba cerró el viernes en 327,0 u$s/tonelada con una suba de 12,0 u$s/t con respecto a la jornada anterior, al tiempo que la posición soja septiembre 2008 del mercado de Chicago (CBOT) terminó ese mismo día en 535,9 u$s/t con una baja de 18,1 u$s/t.
