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Semilleras aseguran que prohibir el evento GA21 no era la mejor solución

Syngenta sostiene que la medida fue tomada por el lobby de unos pocos traders y que se le quita una herramienta al productor para intentar proteger un mercado de exportación minoritario. Plusagro dice seguirá habiendo problemas con envíos a a UE porque el gen está presente en el ambiente.

Syngenta sostiene que la medida fue tomada por el lobby de unos pocos traders y que se le quita una herramienta al productor para intentar proteger un mercado de exportación minoritario. Plusagro dice seguirá habiendo problemas con envíos a a UE porque el gen está presente en el ambiente.
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Por Infocampo

Esta semana el Insituto Nacional de Semillas (Inase) prohibió la comercialización y difusión en todo el territorio nacional de los híbridos de maíz portadores de los genes GA21 y Bt176. El motivo: la Unión Europea pasó a tener una política de tolerancia cero para ambos eventos biotecnológicos.

En los fundamentos de la resolución 125/07 del Inase se indica que âla situación actual implica la pérdida potencial del mercado comunitario, junto con otros mercados que adoptan los mismos requisitos de accesoâ y que tal posibilidad âsignificaría tener que buscar nuevos compradores para grandes volúmenes, como el sudeste asiático o el norte de Africa, donde se compite con precios bajosâ.

Los eventos GA21 (tolerancia a glifosato) y Bt176 (resistencia a insectos) son propiedad de la compañía Syngenta. Esta compañía venía trabajando en la reconversión de sus líneas genéticas con GA21 (incluso en marzo de este año había anunciado la salida al mercado de su híbrido 940 TG Plus para la campaña 2007/08).

Syngenta también tenía convenios tecnológicos vinculados a GA21 con otros semilleros, que iban a derivar en acuerdos comerciales, y también tenía en sus planes sacar un híbrido combinado con resistencia a insectos (Bt) y tolerancia a glifosato (TG). Pero todo esto quedó congelado.

“Se le quita una herramienta tecnológica al productor argentino”, sostuvo Hernán Pettinari, director de Syngenta Semillas, en declaraciones publicadas hoy por el Semanario Infocampo.

Pettinari apuesta a que las autoridades reconsideren la medida. “Europa no representa ni el 10% de las colocaciones argentinas de maíz y se podría instrumentar un sistema de channeling (identidad preservada) para asegurarles la no presencia de GA21”, dijo el directivo, para quien la resolución de Agricultura “es fruto del lobby de dos o tres exportadores”.

El ejecutivo de Syngenta aclaró que, si bien cree en el diálogo, la empresa actuará por la vía administrativa y no descarta recurrir a la instancia judicial en último caso.

En el mercado local ambos eventos eran comercializados en híbridos de las empresas Plus Agro, de Carlos Zaccardi, y Atar Semillas Híbridas, empresa controlada por Atanor. Ambas firmas semilleras no cuentan con el licenciamiento del evento GA21 por parte de Syngenta, pero pudieron âde todas manerasâ comercializar híbridos con ese gen gracias a una norma que les abrió una âpuerta legalâ para llevar a cabo su objetivo (resolución 71/06 de la Sagpya).

Ricardo Zaccardi, titular de Plusagro, sostuvo que el GA21 que apareció en el barco que llegó a España no corresponde a lo que su empresa vendió para la campaña 2006/07 “porque el 80% de lo que vendimos fue destinado a forraje, internamente, y además porque el grano cosechado en esta campaña recién empieza a llegar a Europa a partir de noviembre”.

Zaccardi se siente perjudicado en lo económico por la medida de Agricultura, ya que sostiene que había hecho una producción de 30.000 bolsas, 20.000 de las cuales corresponden al híbrido forrajero. “¿Quién paga esta cuenta?”, dijo.

En tanto, desde Atar Semillas, su titular, Julio Osella, prefirió no hacer declaraciones.

Por otra parte, el presidente de Maizar, Juan Gear, reconoció este martes que cuando el maíz GA21 lo estaba por comercializar Monsanto (antes de que pasara a manos de Syngenta), hubo una filtración de bolsas (o apropiación ilícita) al mercado y que a partir de
ahí comenzaron a circular por los campos argentinos hijos de híbridos. Esto ocurría antes de que se aprobara formalmente el transgen.

Es un secreto a voces que desde el año 2000 circulan maíces no híbridos resistentes a glifosato y a insectos, estos últimos bautizados por el ingenio popular como betitos, por
el diminutivo de Bt, el gen de resistencia.

Pettinari reconoció que, eventualmente, los hijos de aquel GA21 podrían estar contribuyendo a la circulación del gen. Zaccardi, por su parte, insistió en que la prohibición decidida por el Inase no contribuirá a eliminar el problema.

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