“El posterior acuerdo del gobierno con un grupo de empresas es un acuerdo que deja afuera a muchos sectores de la industria porque, sobre todo en los temas tributarios, nos parecía más logico que si había una ley, que luego el presidente vetaba, que tenía el mismo efecto, me parecía que siendo un tema tributario y un tema público, era mucho mejor trabarlo por ley que luego hacer acuerdos individuales con empresas. Porque la industria del champagne no es sólamente las empresas que la comercializan, también son los productores, las zonas, las bodegas que elaboran la base del champagne, entonces nos parecía a nosotros que era mejor ese tipo de acuerdo que un acuerdo con empresas”.