Durante lo que va del mes de julio las principales grandes cadenas de supermercados continuaron recortando los precios mayoristas de los quesos blandos comprados a las pequeñas y medianas industrias lácteas con el propósito de ofrecer ofertas atractivas para diversificar ventas y mantener calmados a los agentes de Comercio Interior.
Luego de permanecer semicongelados durante unos dos años, a comienzos de 2010 los precios mayoristas de los quesos elaborados por Pymes lácteas comenzaron a actualizarse (en línea con alzas registradas en los productos comercializados por grandes usinas).
Pero a partir del mes pasado, mientras el valor de los quesos de primera marca se estabilizó, muchas Pymes lácteas comenzaron a recibir precios menores por sus productos para permitir (no voluntariamente, claro) a los supermercadistas realizar ofertas atractivas con quesos de segunda marca.
De esta manera, los quesos blandos elaborados por Pymes, que en mayo habían alcanzo un rango de precios mayoristas de entre 16,0 y 17,0 $/kg (puesto en boca de expendio), actualmente se comercializa en valores que no superan los 14,5 $/kg.
Intengrantes del sector de las Pymes lácteas consultados por Infocampo.com.ar indicaron que la merma de ingresos se presenta en un momento en el cual los precios pagados a los tamberos alcanzaron un máximo (1,37 a 1,42 $/litro) que será difícil de sostener de aquí en adelante.
La caída en el consumo interno, producto de la progresiva pérdida de poder adquisitivo del grueso de la población por efecto de la inflación, comienza a observarse en una reducción de las ventas físicas de quesos en el mercado (y en un consecuente incremento de los stocks, fenómeno que es una verdadera pesadilla para los industriales lácteos).
Según un relevamiento de Adelco realizado en cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires, en junio pasado el precio minorista promedio del queso Por Salut de primera marca fue de 38,1 $/kg versus casi 39,0 $/kg en mayo. Pero, a pesar de esa baja puntual, en el primer semestre de 2010 acumula una suba del 25%.
Por otra parte, sigue habiendo restricciones en los despachos de manteca, dado que las principales industrias lácteas están empleando dicho insumo para generar lácteos con mayor valor agregado que no están bajo la mira de los agentes de la Secretaría de Comercio Interior.