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Toros: difícil salida del invierno

Hay que extremar cuidados de cara a la temporada de servicio. Con buen clima recién para finales de octubre, y suelos con pocos pastizales, los reproductores no llegan en buen estado al servicio.

Hay que extremar cuidados de cara a la temporada de servicio. Con buen clima recién para finales de octubre, y suelos con pocos pastizales, los reproductores no llegan en buen estado al servicio.
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Por Infocampo

Para la próxima temporada de servicios, que empezará en la primavera, los toros no están llegando en su mejor momento. Hay dos factores determinantes a la hora de comprender esta situación. Por un lado, las numerosas heladas caídas y por otro el desplazamiento de la ganadería de los campos de cría por la agricultura. En diálogo con Infocampo, el médico veterinario Claudio Cabral explica que los reproductores “actualmente no presentan el estado que deberían tener para largarlos a servicio. Y si bien queda algo de tiempo para ponerlos en condiciones, administrarles suplementaciones y concentrados, el estado general de los reproductores deja mucho que desear”.

Otro problema, además del estado del toro, es la condición en que se encuentra la vaca. Al apostar por la agricultura, y destinar para la ganadería suelos poco apropiados, en los campos se empieza a ver casos de vacas caídas. No es el habitual caso posparto, como sucede en el tambo, que es un mecanismo momentáneo de hipocalcemia.

Cabral señala que se presentan casos de vaca caída en el último tercio de gestación, en animales a los que les falta poco para parir. “En forma repentina, la vaca aparece caída y no se levanta más, sobrevive a duras penas. Y aunque se le suministren una considerable cantidad de minerales inyectables, ese animal ya no se levanta más”.

Para evaluar el estado de la vaca, Cabral explica que el uso del score corporal es prácticamente nulo. El score es una escala empleada para medir la condición corporal en vacas de cría. Esta serie varía según el país. En la Argentina se utiliza una escala del 1 al 9. La categoría 1 corresponde a vaca muy flaca, mientras que la 9 pertenece a vaca muy gorda.

“En nuestros campos, la condición corporal de la vaca se realiza visualmente, no se utiliza el score corporal, con una recorrida por el potrero se puede ver el estado de los animales. El verdadero problema reside en la llegada tardía de la primavera. En la Cuenca del Salado, más allá del calendario, la primavera como tal arriba recién a finales de octubre, siempre y cuando llueva.” Esta tardanza demora la salida del pasto, sobre todo en campos naturales, retrasando el tiempo de respuesta en los pastizales. “Por todas estas cuestiones, veo una salida de invierno complicada para la ganadería”.

En cuanto al porcentaje de vacas paridas, Cabral señala que a la fecha es alto, y se ubica en la mitad de los rodeos ya paridos. La vaca que tuvo su cría no tendrá inconvenientes; los problemas pueden originarse en aquellas hembras que con el invierno avanzado y poco pasto disponible, todavía no han parido. Por último, el veterinario explica que “una vez que tuvo su cría, la vaca se libra de estos inconvenientes, y aunque tendrá menos leche para el ternero, no se caerá. El problema radica en su estado, si se encuentra en malas condiciones, se verá comprometida para un futuro servicio”.

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