La Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE por sus siglas en inglés) expresó su preocupación ante los nuevos casos del virus del SARS-CoV-2, que provoca el Covid-19, detectados en visones en Dinamarca, que obligó al país a sacrificar a casi 17 millones de ejemplares.
Según detallaron desde el organismo, los estudios realizados en dicho país sugieren “que el virus del SARS-CoV-2, introducido en los visones por contacto con humanos, está evolucionando por mutación viral y se ha reintroducido en los humanos“.
Ante esta situación, y teniendo en cuenta que la actual pandemia sólo se transmite de humano a humano, la OIE alertó sobre la existente posibilidad de “introducción y circulación de nuevas cepas del virus en el hombre, que puedan dar lugar a modificaciones en la transmisibilidad o la virulencia”.
Es por ello que recalca la necesidad de One Health, donde la colaboración entre las autoridades de sanidad animal y las de salud pública, pueda “identificar mejor y reducir el impacto de esta enfermedad“.
Con estas consideraciones, la OIE sugirió a los veterinarios e investigadores del mundo:
* Monitorear a los animales susceptibles, como los visones y los mapaches, y a las personas que mantienen un contacto estrecho con ellos con el fin de detectar la infección por SARS-CoV-2.
* Se recomienda una vigilancia activa, dada la dificultad de detectar las infecciones tempranas en estos animales, especialmente en los visones.
* Notificar los casos en los animales a la OIE a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (WAHIS)
* Compartir las secuencias genéticas de los virus SARS-CoV-2 aislados de los animales y otros resultados de las investigaciones con la comunidad sanitaria mundial.