Las lentejas y arvejas son dos cultivos de invierno que pueden complementarse muy bien con las gramíneas, como el maíz, y en intersiembra con el trigo, en los sistemas productivos de la región central del país.
Estas legumbres, que se siembran entre junio y julio y se cosechan generalmente a mediados de noviembre, por su buen aporte de nitrógeno al suelo, a través de sus simbiosis con las bacterias, y por contribuir a la intensificación de la rotación, son buenas antecesoras del maíz.
En este caso se debe retrasar la fecha de siembra del cereal a diciembre para evitar que coincida la floración (momento crítico del cultivo) en enero, cuando se producen las más altas temperaturas.
Con soja, si bien no es bueno superponer dos leguminosas porque comparten enfermedades y aportan baja cantidad de rastrojo al sistema, la cosecha en noviembre permite liberar el lote para la oleaginosa de segunda y adelantar su fecha de siembra.
“Otra de las ventajas es que su baja productividad por hectárea produce menor extracción de agua para el cultivo sucesor, si se lo compara con el trigo”, destaca el ingeniero agrónomo Gastón Moretti, miembro de Aapresid y asesor de productores del sur santafesino.
Otra forma de incluir las legumbres en el sistema es mediante intersiembra con trigo. “Luego de una visita al establecimiento San Pedro, en Coronel Suárez, en el que observé que en la intersiembra trigo-soja el cereal no disminuía tanto su rinde al sembrarlo a mayor espaciamiento, me surgió la idea de intercalarlo con lenteja y evaluar la posibilidad de aumentar la productividad por hectárea de ambos cultivos”, comentó Moretti.
El proyecto cobró forma y el 17 de junio se sembró en un lote cercano a la localidad de Acebal, en Santa Fe, con una sembradora Apache 9000 (con dos trenes de siembra) el trigo Biointa 1002 intermedio corto y se completó con lenteja variedad Lentejón, de ciclo más largo y semilla de mayor diámetro para que facilite, luego de la cosecha, la separación. Ambos cultivos quedaron a una distancia de 35 cm. Se fertilizó y se aplicó un herbicida previo a la siembra. Se evalúan tres tratamientos con distintas densidades de siembra. Ahora están a la espera de los resultados.
Destinos. Las arvejas y lentejas pueden tener varias aplicaciones en la industria y algunas empresas garantizan la compra del producto mediante un contrato. Por ejemplo, el empaquetado en seco o el rehidratado que es el enlatado. Según datos de Moretti, el valor de las lentejas es de 400 u$s/t y en arvejas de 150-180 u$s/t, que se considera un buen precio. De acuerdo con datos de la Sagpya, en la campaña 2006/07 se sembraron 14.858 ha de arvejas secas en el país (concentradas en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), con una producción de 34.996 toneladas y un rinde promedio de 2.355 kg/ha, mientras que de lentejas ocuparon un área de 12.730, con una cosecha nacional de 16.727 toneladas y un rendimiento promedio de 1.314 kg/ha (sembradas en la misma zona).