Sucesores de Alfredo Williner SA es una de las lácteas más importantes de la Argentina.
Radicada en Santa Fe, se ubicaría detrás de SanCor, La Serenísima (Mastellone Hnos.) y la canadiense Saputo (Molfino – La Paulina) en el ránking de procesadores lácteos, disputando el cuarto o quinto puesto con DPA (Nestlé Fonterra).
La compañía data de 1928, cuando fue fundada por Alfredo Williner, hijo de inmigrantes suizos.
Casi 80 años después, la empresa sigue en manos familiares, con el directorio presidido por Alfredo Curiotti, descendiente del fundador, quien llegó a definir a la empresa como una “confederación de primos”.
La elaboración de quesos aparece como la principal actividad de la compañía en los registros comerciales. En tanto, elaboración de leches y otros productos lácteos, así como la ganadería aparecen como actividades secundarias.
Efectivamente, la firma tiene una posición fuerte en quesos y productos lácteos de alto valor agregado, antes que en la leche fluida, a diferencia de otras compañías que operan en esta actividad. De hecho, su marca Ilolay ha recibido premios otorgados a la calidad, para el producto dulce de leche. La otra marca de la firma es De Lorenzi.
En los registros de la Oncca, Williner aparece con plantas de procesamiento de lácteos en las localidades santafesinas de Suardi, El Trébol, Rafaela, Arrufo y Bella Italia, en esta última donde se emplazó la primera fábrica.
Todas estas plantas tienen una capacidad máxima de 250.000 litros diarios, con lo cual en conjunto Williner tendría una capacidad límite de 1,25 millón de litros por día. La compañía informa que la mitad de la leche procesada va al mercado interno y la otra al externo.
Por otra parte tiene declarados once depósitos de maduración y conservación de lácteos, ubicados en las provincias de Santa Fe, Neuquén, Corrientes, Salta, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. La firma también tiene una importante componente de producción primaria por medio de Las Taperitas SA. La actividad principal es el tambo, con entre 37 y 43 unidades de ordeñe y una producción diaria que se ubica entre 170 y 200.000 litros diarios, según la fuente que se considere. De esta forma, aproximadamente el 16% de la leche que consume es de propia producción.
La facturación de la compañía en el balance cerrado el 31 de agosto de 2006 trepó a $497 millones, con un resultado del ejercicio de $7,45 millones y el procesamiento de unos 380 millones de litros de leche fluida.
Para dar una idea de magnitud, SanCor en el ejercicio cerrado al 30/06/2006 mostró una facturación de $1.570 millones, pero pérdidas por $113 millones, con un volumen de litros procesados de 1.500 millones. Expresada en kilos o litros de producto final, las ventas de Williner se encuentran estabilizadas por encima de los 100 millones de 2001 a la fecha.
En tanto, a Williner se le reconoce en el mercado la prolijidad en la gestión y la administración. La situación bancaria aparece sana, con créditos por $13,6 millones, todo en situación normal de cumplimiento. El 67% de esa deuda estaba contraída con el Nuevo Banco de Santa Fe.
