El cóctel de ajuste, recesión y devaluación de Brasil, el principal socio comercial de Argentina, afecta a las industrias exportadoras y a economías regionales que dirigen su producción al país vecino y sufren la caída de las compras y la pérdida de competitividad. Por otro lado, el ingreso de importaciones más baratas está restringido por el cepo que implementó el Gobierno, según publicó El Cronista.
Los números del comercio bilateral son contundentes: según el Indec, las exportaciones a Brasil cayeron 23% en el semestre, hasta los u$s 5757 millones, y fueron determinantes para la caída del superávit comercial del 63% que registró el informe Intercambio Comercial Argentino (ICA). Ese superávit, de apenas u$s 1232 millones para el semestre, se transforma en déficit al tomar la Base de Usuarios del mismo organismo.
De acuerdo con los datos del Indec, la exportación de la industria automotriz cae un 31% en seis meses, hasta los u$s 2413 millones. “El sector automotriz, sumados autos y autopartes, representa más de la mitad de lo que exporta Argentina a Brasil”, explicó Mauricio Claverí, economista de Abeceb.com. El 80% de las exportaciones y más de la mitad de la producción de automóviles va a ese país.
Las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) significan el 70% de las exportaciones a Brasil y caen en conjunto 27%, hasta los u$s 4053 millones. Además de la industria automotriz, se resienten los productos químicos (-11%), las materias plásticas y sus manufacturas (-12%) y el caucho (-31%), entre otros.
A la caída de demanda por parte del mercado brasileño ahora se suma la devaluación del real de casi 40% en un año. “El deterioro del tipo de cambio real de Argentina respecto del de Brasil empieza a jugar para definir inversiones, qué modelos se producirán en un lado o en otro” de una industria integrada, afirmó Claverí.
Si la recesión, que el FMI estimó en 1,5% para 2015, impacta en el mercado automotriz y en el resto de las industrias, la pérdida de competitividad aqueja a las economías regionales. Según datos del Senasa, la exportación de arroz a Brasil cayó casi 68% en cantidades (afectado por una sobreproducción global). La de cebolla, que representa el 97% de la venta del producto al exterior, cayó casi 30%. La de manzana, un producto del Alto Valle patagónico, bajó casi 63%. “Hay muchísimas empresas, sobre todo pymes, que han quedado afuera por un tema de costos”, dijo Claverí. “Ante una situación de devaluación de Brasil, y de toda América latina, quedan fuera del mercado”, agregó.
“Si se toma como referencia el año 2006, con dólar y precios internacionales en valores medios, se puede observar que el costo argentino en dólares se ha más que duplicado. En cambio, con las devaluaciones en otros países, sus costos en dólares se han reducido. En Chile, sus costos son actualmente sólo un 20% más altos que hace nueve años, al igual que en Brasil”, afirmó la Fundación Mediterránea en un informe.
Para Diego Coatz, economista jefe de la UIA, “el escenario es aún más complejo ya que no se visualiza una recuperación para el año que viene a partir de las medidas adoptadas”. La presidenta Dilma Rousseff anunció medidas de ajuste que profundizaron la recesión.
“Brasil cuenta con casi u$s 400.000 millones de reservas y acceso al financiamiento internacional, por cuanto la recesión no tiene base en escasez de divisas o un estrangulamiento externo; por el contrario refleja tensiones propias de la dinámica política y económica doméstica”, agregó.
“Argentina no crece o crece poco por que no puede (hasta que consiga dólares). Brasil, porque no quiere (tiene divisas de sobra)”, sostuvo.
