¿Será posible desarrollar un mercado que consuma cordero todo el año? Con esta incógnita inicial, desde 1993 INTA Balcarce ha trabajado en entrecruzamientos genéticos para lograr un buen animal carnicero y obtuvo “R8-Cruza especial”, un desarrollo genético que permitirá, a partir de un protocolo de producción y comercialización específico, ofrecer carne ovina diferenciada desestacionalizada.
“Nuestro objetivo es promocionar la carne ovina a nivel urbano”, explicó a Infocampo el encargado de producción ovina del INTA Balcarce, Carlos Solanet, quien confesó que uno de los problemas es que “hoy, el consumo de carne ovina es mínimo (0,5 kg por año/habitante) y muy estacional”. La faena de ovinos registrada durante los primeros ocho meses de 2005 ha sido un 32,7% superior al mismo período de 2004. Esta evolución positiva se debe a la sanción de la ley de recuperación ovina pero también a la oportunidad que han encontrado los productores de captar un nuevo mercado: el gourmet.
“Se apunta a un consumidor premium por lo que no se va a sustituir la carne vacuna, pero sí será una alternativa más”, especificó Solanet.
A partir de una alianza estratégica con la empresa Cordero de las Sierras, INTA aporta el desarrollo tecnológico y la capacitación, y la empresa toma el riesgo de comercializar y lleva adelante el emprendimiento. “Es un buen ejemplo de cómo lo público y lo privado pueden ir de la mano”, argumentó Solanet. De acuerdo a lo proyectado, Cordero de las Sierras tendrá una venta de 120 t de carne/año (6.000 corderos con una facturación de $ 1 M). Para los próximos dos años se prevé una facturación anual de $ 5 M.
“Nuestra estrategia de negocios contempló siempre desarrollar el mercado local pero la exportación es muy importante por lo que a partir de 2006 vamos a empezar a dar los primeros pasos”, contó Mónica Sempértegui, socia directora de Cordero de las Sierras, quien reconoció como mercados atractivos el de “Medio Oriente y algunos países de Latinoamérica”.
Diferencias. El producto se diferencia de otros corderos en la cruza de razas (carnicera con lanera) y el tipo de alimentación (pasturas de la provincia de Buenos Aires) por lo que contextura, sabor y tamaño (35 a 45 kg) son distintos.
Los cortes cuadril, costillar, bondiola, paleta y pierna son envasados al vacío y comercializados en hipermercados, canal gastronómico y otros canales minoristas.
Juan Dodda
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