Por la caída en la faena bovina de febrero las curtiembres aumentaron los valores del cuero. Esto hizo que mejorara el poder de compra de los frigoríficos que, ante la menor oferta de hacienda, están pagando valores de hasta $ 6 por kilo de carne en gancho de hacienda liviana.
Los operadores de frigoríficos sostienen que en el último mes la plaza se saturó de hacienda liviana, mientras que faltan
los cueros más buscados, que son los de novillos y de vacas. Esta mercadería es la de mayor demanda, ya que el cuero de novillo lo compra en su mayor parte la industria automotriz, mientras que el de vaca se usa por lo general para tapizados en sillas. En tanto, los de la hacienda liviana son destinados a la vestimenta y marroquinería.
“Además, está llegando mucha hacienda de la zona de islas por la inundación, pero no son cueros de buena calidad”, comentó un comprador de un frigorífico, según el cual en el último mes las curtiembres aumentaron en 30 centavos el valor por kilo de cuero salado, debido a la merma en la oferta.
Esto permitió que la industria cuente con un recupero mayor por la venta de los subproductos, lo que le dio más oxígeno para el ganado. Según este empresario, ese fue uno de los motivos por los cuales, más allá de los precios máximos en Liniers, se paga $6 por el kilo de carne en gancho.
Otro de los subproductos que había aumentado era el cebo (que se usa mayormente para elaboración de jabones) por el que se estaba pagando $1,38 por kilo. Pero trascendió que por indicación expresa del secretario de Comercio, Guillemo Moreno, a mediados de esta semana las curtiembres bajaron su valor a $1,34.
