La Cámara de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas (Cafma) está alertando sobre la necesidad de lanzar un paquete de medidas para reactivar la actividad antes de marzo.
“Nuestro sector es cíclico, si no vendemos las maquinarias hasta marzo tendremos que esperar a 2010”, explicó José Alustiza, presidente de Cafma, en diálogo con Infocampo.
El sector metalmecánico se vio perjudicado durante 2008 por el conflicto entre el Gobierno Nacional y los productores agropecuarios, ya que el 80% de su producción se comercializa en el mercado interno.
Tras el final del paro gremial, las dificultades para el sector llegaron de la mano de la crisis financiera internacional que generó la postergación de numerosas operaciones de venta al exterior.
En un intento por evitar los despidos masivos y asegurar un cierto grado de productividad, Cafma está promoviendo algunas propuestas: canje de maquinarias por cereal; la continuidad del bono compensatorio del 14% del
Régimen de incentivo a la producción de bienes de capital y maquinarias agrícolas; la regularización de la devolución del IVA técnico; y el lanzamiento de líneas de crédito para reactivar el consumo interno.
De todas las propuestas, el Gobierno, por ahora, optó por esta última. El miércoles, la presidenta Cristina Fernández anunció el lanzamiento de una línea de crédito para la compra de maquinarias agrícolas con una tasa de interés estipulada a 14% fija en pesos por cinco años, pero con un subsidio de la Sagpya que alcanzará a 6 puntos porcentuales, de manera que la tasa neta a pagar para los beneficiarios será del 8%.
En suspenso quedó, sin embargo, la posibilidad de que los productores puedan adquirir maquinarias pagando con soja a precio pleno. Alustiza aseguró que “existe una política encaminada a aumentar las exportaciones, pero nosotros necesitamos una solución inmediata porque el sector está en este momento paralizado”.
Según el presidente de Cafma, la situación de la industria es “inimaginable”. Antes del 11 de marzo, graficó Alustiza, cuando un productor compraba una máquina nueva debía esperar entre 90 y 180 días para recibirla. Ahora, enfatizó, “la entrega es inmediata”.Otra de las preocupaciones del sector es la competencia de la industria metalmecánica brasileña.
De las 2.000 cosechadoras anuales que se comercializan en todo el país, sólo el 20% son de fabricación nacional. El resto llega desde Brasil. Algo similar ocurre con los tractores: el sector agropecuario requiere de entre 5.000 y 6.000 unidades, pero la industria local sólo puede satisfacer el 30% de esa demanda. El resto también es brasileño.
En cuanto a los bonos compensatorios, cuya resolución fue prorrogada los primeros días de enero, Alustiza comentó que es una norma que “trae muchos beneficios” porque los bonos son usados como un “argumento de venta” para tentar a los compradores.
(artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)
