En la campaña 2010/11 los productores de trigo y maíz transferirán –de manera directa e indirecta– una suma estimada en 1960 millones de dólares a las compañías exportadoras, molinos y consumidoras de maíz gracias a la intervención de mercado instrumentada por el gobierno nacional.
Así lo indicó un trabajo elaborado por los equipos técnicos de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Además del aporte que los productores de ambos cereal hacen al Estado nacional vía derechos de exportación (20,0% y 23,0% en el caso del maíz y el trigo respectivamente), existen una serie de “subsidios” que también salen de sus bolsillos pero destinados a financiar los márgenes de grandes industrias alimentarias y traders de commodities agrícolas.
“La intervención en el comercio de granos desde la Afip, Comercio Interior y Oncca sigue generando una redistribución de ingresos millonaria desde los agricultores hacia la industria y la exportación”, apuntó el documento de CRA.
“Las herramientas de intervención van desde la obligación en los Registros de Operaciones de Exportación (ROEs), inducción a la cartelización de la demanda hasta un diferencial arancelario entre granos y harinas y un sistema de compensaciones por bolsa de harina producida para consumo interno para la industria molinera”, añade.
Según estimaciones de CRA realizadas en base a las actuales proyecciones de las cosechas de maíz y trigo 2010/11 y a los precios futuros esperados de ambos productos, en 2010/11 los productores de trigo y maíz transferirán al sector exportador unos 640 M/u$s por el diferencial de precios existente entre el FAS teórico (capacidad teórica de pago) y los precios efectivos pagados por los traders.
En cuanto al sector molinero, CRA estimó que en esta campaña los productores de trigo le cederán alrededor de 326 M/u$s por efecto de la intervención de mercado y otros 270 M/u$s por subsidios directos (“compensaciones”).
“Las diferentes medidas de intervención, al eliminar la competencia, reducen el precio que debería recibir el productor de trigo debido a los derechos de exportación que se apropia el Estado nacional, al diferencial arancelario del 10% entre grano y harinas para exportación (23,0% versus 13,0%) y al pago que se realiza por bolsa de harina producida para el mercado interno (que surgen del fondo sojero que aportan los productores), herramientas ambas con que se subsidia a la molinería, y además a un complejo sistema de ROEs que generan costos fantasmas que son transferidos a los productores”, explica el trabajo de CRA.
Por último, los sectores consumidores de maíz (avicultura, feed lots, porcinos, molinos de maíz, etcétera) recibirán en 2010/11 un subsidio indirecto por parte de los productores estimado en 389 M/u$s.
