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La lluvia complica el inicio de la cosecha de arándanos en Entre Ríos

Pese a que la fruta ya está lista para ser recolectada, debe permanecer en la planta para no mojarse. Los productores temen que siga madurando y pierda calidad de exportación.

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Las intensas lluvias complican el inicio de la cosecha de arándanos en la región de Salto Grande, y los productores temen que la fruta pierda calidad de exportación.

En diálogo con Diario Río Uruguay, el representante de la firma de arándanos Blueberries S.A., Juan Scordia, señaló que “lo que está programado para ser cosechado en determinado día no puede esperar”.

En ese sentido, Scordia describió que con los días de lluvias y tormentas que se viven en la región la fruta lista para ser recolectada debe permanecer en la planta, ya que “no puede estar mojada y tiene que esperar a que el rocío se vaya”, lo que a veces termina provocando que “la producción se te pase”.

El empresario especificó que “la fruta sigue madurando y pierde calidad de ser exportable, haciendo que la actividad se complique y no puedas levantar lo que tenés”. Según Scordia es ahí “donde empiezan a quedar varias cantidades de kilos sin cosechar y el productor comienza a tener problemas”.

Scordia señaló que todos los pronósticos meteorológicos anuncian que la presente temporada de cosecha estaría marcada por las lluvias y el clima inestable. Y sostuvo que “la cosecha esta semana pudo arrancar levemente con los pocos días que permitieron las tormentas y la lluvia, pero conocemos que se va a presentar una jornada complicada como el año 2009 con muchos días lluviosos, por lo que vamos a tener que tratar de buscarle la vuelta”.

“Esto es un grave problema para la actividad, porque al arándano lo que no cosechas hoy lo tenés que cosechar mañana” a lo que se agregó el problema de la necesidad de mano de obra de inmediato. “No se consigue la gente de un día para el otro, y no es fácil aumentar un 20% u 30% la cantidad de trabajadores”, para así cubrir la demanda.

Finalmente, dijo que “en reglas generales, uno trae a la gente a trabajar para las 3 u 4 semanas, y el hecho de que vivan en el campo tiene un ventaja. Cuando para de llover, cerca de las 8 o 9 de la mañana, para las 13 el campo está seco y tenés el personal disponible ahí. En cambio si hay que juntarlos en Concordia se hace complejo y prácticamente perdés todo el día”.

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