Hasta tanto no se realice la evaluación del impacto ambiental, Monsanto no podrá avanzar en la puesta en funcionamiento de la etapa operativa de la cuestionada planta secadora de granos, en Malvinas Argentinas. Así lo ordenó ayer al mediodía la jueza en lo Civil, Comercial, de Conciliación y Familia de Feria, Claudia Zalazar.
Su decisión ratifica lo dispuesto por la Secretaría de Ambiente de la Provincia a través de la resolución N° 595, de agosto de 2012, que autorizó el proyecto de la primera etapa del emprendimiento –la construcción– y exigió la presentación de un estudio de impacto ambiental previo a iniciar la etapa operativa, de puesta en funcionamiento de la planta de semillas.
Días atrás, el municipio y la Provincia dieron el último visto bueno para que comience la construcción, que llevará unos 13 meses, según explicaron fuentes municipales. Ante esto la fundación Club de Derecho Argentina solicitó a la Justicia que disponga una medida cautelar que paralice las obras.
En la resolución dictada ayer, la magistrada rechazó ese pedido por considerar que la primera etapa cuenta con las autorizaciones correspondientes y no pone en riesgo el ambiente.
Sin embargo, dictó una medida cautelar de oficio por la cual ordenó a la Municipalidad de esa localidad que “se abstenga de autorizar a Monsanto cualquier obra y/o actividad que implique la puesta en funcionamiento de la etapa operativa de la planta de acondicionamiento y/o secadora de maíz hasta que no se encuentren cumplimentados todos y cada uno de los trámites y requisitos señalados por la Secretaría de Ambiente y el decreto 2131/00 que reglamenta la ley provincial del ambiente N° 7.343 y de manera particular, los referidos a la evaluación de impacto ambiental”.
Según publicó La Voz del Interior, para sostener esto, la jueza consideró: “Hasta el momento, el municipio de Malvinas Argentinas sólo ha autorizado las obras civiles de la primera etapa. En principio, si dicha autorización cuenta con los permisos gubernamentales correspondientes no existiría verosimilitud alguna para ordenar la medida cautelar en la forma solicitada, o sea la paralización de dichas obras, que sólo inciden sobre la construcción de la obra civil y que en principio no impactarían sobre el medio ambiente que se pretende proteger”.
Por su parte, Monsanto difundió ayer por la tarde un comunicado de prensa en el que sostuvo: “La construcción de la planta se está desarrollando normalmente y cuenta con todos los permisos y autorizaciones municipales y provinciales pertinentes”.

