Rusia podría extender las importaciones de granos libres de aranceles hasta el 1 de agosto, lo que le daría a los compradores un mes más para acumular cereales, mientras la cosecha avanza, dijo hoy el ministro de Agricultura Nikolai Fyodorov.
Rusia, que suele ser uno de los mayores exportadores de trigo del mundo, fue golpeada el año pasado por una sequía que recortó drásticamente su cosecha, lo que disparó los precios domésticos a máximos históricos y forzó al país a importar granos para satisfacer su demanda interna.
Bajo los planes iniciales, el Gobierno propuso el 1 de julio como fecha límite para las importaciones libres de aranceles. “Creo que ese período puede extenderse hasta el 1 de agosto si fuera necesario”, dijo Fyodorov.
La decisión, que necesita la aprobación de la Unión Aduanera que incluye a Kazajistán, el mayor proveedor de trigo de Rusia, podría tomarse en marzo o abril.
En tanto, la siembra de granos de invierno del país euro-asiático muestra condiciones peores al promedio de los últimos años, dijo el jefe de una organización de productores, lo que genera más presión para el panorama de la cosecha este año.
Los cultivos de alrededor de 2 millones de hectáreas, o un 12,6 por ciento del área sembrada con granos de invierno, han sido destruidos por el mal clima y podrían ser replantados en la primavera boreal, dijo a Reuters el jefe de la Unión de Granos, Arkady Zlochevsky.
“Antes había 2,8 millones de hectáreas en pobre estado, pero las condiciones de algunas de ellas han mejorado”, dijo Zlochevsky, sin dar más detalles.
El porcentaje promedio de los cultivos destruidos por el invierno fue de un 8 por ciento entre el 2007 y el 2011 y de un 12 por ciento en el 2012. Para este año, la siembra de cultivos de invierno se ubicó en 15,85 millones de hectáreas.
El Ministerio de Agricultura de Rusia apunta a una cosecha de 95 millones de toneladas de granos y espera sembrar 33 millones de hectáreas con granos de primavera.

