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A la hora de picar el maíz, es clave apuntar a la calidad

La tecnología que poseen las maquinarias en la actualidad para el picado de maíz se puede lograr un quebrado, picado y uniformidad de los granos que permita confeccionar silos de alta calidad sin aumentar los costos.

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Por Infocampo

Así como la siembra directa produjo un cambio que potenció la agricultura argentina, la tecnología que revolucionó la producción de carne y leche en nuestro país es el silaje de maíz. En las últimas décadas, Argentina sufrió una evolución de la superficie destinadas a silaje de maíz y sorgo, en busca de una mayor eficiencia productiva de carne y leche.

En la última década, también se ha originado anualmente un marcado incremento de la superficie picada para leche, pero acompañado de un fuerte aumento de las hectáreas destinadas a la producción de carne (feedlot); lo que indica una evolución hacia sistemas más intensivos de producción.

Es importante destacar que este forraje conservado, ha incrementado su participación en la dieta de un 15 a un 40% y su tiempo de uso pasó de 4 a 6 meses (para cubrir baches de producción estacional de forrajes), a todo el año. Por este motivo, Infocampo dialogó con Federico Sánchez, técnico del Inta Manfredi, especialista en maquinaria agrícola y aseguró que “el aumento de la superficie que se produjo a mitad de la década del noventa fue acompañado por una mejora de la calidad, que también evolucionó rápidamente, dado que en la campaña 95/96 de las 270.000 ha que se destinaron a silaje, el 95% ya era picado fino y a la siguiente campaña esta cifra llegaba al 98%”.

Además, el especialista explicó que “el picado grueso es aquel que presenta fracciones mayores de 10 cm y que comenzó a realizarse en la década del 70 con las primeras picadoras a mayales (cuchillas largas de corte frontal, dispuesta helicoidalmente sobre un eje, que determinaba su ancho total de corte y en contacto directo sobre el cultivo en pie), pasando al picado fino en la década del 80, agregándose a los mayales un sistema de doble picado (cuchillas fijas a un rotor soplador con contracuchillas). Actualmente se trabaja con picadoras de cilindro que realizan un corte perpendicular al eje de rotación, y con el cual se logra el denominado picado fino de precisión, con un tamaño teórico de corte de hasta 10 mm”.

Recomendaciones importantes

La ventana de picado de maíz es entre 32% y el 40% de materia seca. Valores inferiores pueden derivar en una fermentación butirica o en un exceso de lixiviación de azúcares, mientras que niveles superiores pueden retrasar e incluso impedir que la fermentación se lleve a cabo.

Otro dato a tener en cuenta por Sánchez es que “con la tecnología que poseen las máquinas en la actualidad, se logra un picado (tamaño y uniformidad) y quebrado de los granos, que permite confeccionar silos de alta calidad aún trabajando sobre cultivos con estado de madurez cercanos al 40% de materia seca. y con granos que presentan endosperma más ceroso”. Y continuó: “Para determinar el momento de picado, no podemos seguir observando el grano, sino que debemos determinar el % MS. que posee el cultivo dado que no existe una correlación marcada entre la línea de leche de los granos y el porcentaje de materia seca de la planta”.

Por otra parte, el técnico resaltó que “utilizar el sistema procesador de granos (cracker) disminuye la capacidad de trabajo en un 15% e incrementa el consumo de combustible en un 25%, pero es una inversión (no un gasto) que debemos pagar al contratista para que el silo que estemos confeccionando sea además una fuente energética que incrementará nuestra producción de carne y leche”.

Por caso, el técnico remarcó que “a medida que los granos presenten mayor cantidad de endosperma ceroso, disminuir paulatinamente la distancia y/o incrementar la velocidad de los rolos quebradores de granos, de manera de provocar siempre la ruptura de todos los granos”.

Por último, Sánchez resaltó que “mantener el filo de las cuchillas y la correcta distancia de la contracuchilla. Esto reduce el consumo de combustible, aumenta la capacidad de trabajo y mantiene uniforme el tamaño de picado”, finalizó.

Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo

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