La variedad, sanidad y calidad de los alimentos que van al mundo forman parte del resultado estratégico más importante que logró canalizar la provincia de Santa Fe después de un largo plazo. A esto, habría que sumarle la incorporación de la más moderna metodología de procesos que permitió hacer crecer en cifras records al complejo agroalimentario mediante la colocación de los productos más exigentes en los mercados internacionales.
Al cierre del 2005, esta provincia encabezará el ranking nacional en las exportaciones del complejo oleaginoso, las harinas proteicas, los productos lácteos y carnes. Ocupará el segundo lugar en la producción y exportación de miel; y será la tercera productora de cereales de la Argentina.
Es decir que el total de las exportaciones del complejo aceitero santafesino estará por encima de las últimas mediciones (2004), cuando las exportaciones superaron los U$S 4.500 M que se distribuyeron a través de un 38 % en grasas y aceites, y un 62 % en harinas proteicas, compuestos para expellers y pellets de soja.
Desde el año pasado Santa Fe participa con el 26,96 % del total de la producción de leche del país y cuenta con 4.805 tambos, 181 establecimientos para la industrialización que exportaron un 53,25 % de las t producidas y generaron ingresos en un 60,80 % por la comercialización de leche en polvo y quesos. Como consecuencia de la apertura de nuevos mercados, la ganadería bovina incrementó sus cifras de existencia en vacas, vaquillonas, novillos, novillitos y afianzó el proceso de retención de vientres. Actualmente la población vacuna es un 6,5 % superior a la del año 2001 y su producción representa el 12,09 % del stock total nacional con 7 M 251 mil cabezas. Santa Fe faenó en frigoríficos 2 M 598 mil cabezas (2004), significando el 21,6% del país y colocándose en segundo lugar por detrás de la provincia de Buenos Aires. En cuanto a la miel, el 14 % de la producción nacional se concentra en territorio santafesino. La provincia cuenta con 250 salas de extracción inscriptas y su productividad por colmena alcanza los 30 kilogramos. Aunque la producción de cereales ha tenido una caída del 10 % en los últimos años, las últimas dos campañas vienen revirtiendo esta coyuntura en los cultivos de trigo, maíz y arroz, con el objetivo de superar el 15,7 % que la región aporta dentro de la producción nacional de granos.
Leonardo Stringaro
Especial para Infocampo
