Publicidad Cerrar X

âSe necesita investigar más en royaâ

El fitopatólogo presentó los resultados de su último trabajo y explicó también cuándo es más conveniente aplicar fungicidas para controlar esta enfermedad.

El fitopatólogo presentó los resultados de su último trabajo y explicó también cuándo es más conveniente aplicar fungicidas para controlar esta enfermedad.
infocampo
Por Infocampo

En el marco del XIV Congreso Anual de Aapresid, el fitopatólogo de la Facultad de Agronomía de la UBA, Marcelo Carmona, se refirió a dos temas de gran actualidad en el cultivo de la soja: las denominadas enfermedades de fin de ciclo y la roya de la soja.

Respecto de esta última enfermedad, el técnico hizo un repaso del seguimiento del patógeno en la última campaña sojera, que se destacó por los bajos niveles de  infección o las tardías detecciones en el lote. La razón, explicó, es que primero la sequía y las altas temperaturas en los países vecinos actuaron como una primera barrera de contención al ingreso de la enfermedad a la Argentina.

Por otra parte, condiciones similares climáticas en nuestro país actuaron como segunda barrera de contención. En tercer lugar, dado que no se practica el doble cultivo de soja, como en Brasil o Bolivia, la supervivencia del patógeno entre campañas es baja, porque tampoco hay gran presencia de malezas hospedantes.

Dicho esto, Carmona profundizó en las últimas novedades que surgen de las investigaciones locales.

En este sentido, un trabajo realizado entre la Fauba y la empresa Syngenta aportó las siguientes conclusiones:

a) El hongo es capaz  de sobrevivir en hojas de soja durante seis meses a -18°C.

b) Las esporas germinan a una temperatura ideal de entre 14 y 23°C y cae significativamente a partir de los 26°C.

c) En inoculaciones artificiales se determinó  que las primeras machas tardan 6 días en aparecer, mientras que las    pústulas tardan 12 días desde la inoculación.

Tras esto, Carmona pasó a explicar el estado del conocimiento en materia de aplicación de fungicidas.

âPor sus características  epidemiológicas y consecuencias, la decisión de aplicar debe tomarse frente a los primeros síntomas y/o cuando la cámara húmeda haya anticipado  el diagnóstico a campo o cuando se hayan reportado en regiones cercanas a los lotes y se registren condiciones ambientales que aseguren de 7 a 10 horas de mojado foliar con temperaturas en torno de los 22°Câ, explicó el investigador.

 En este sentido, Carmona marcó una diferencia, con lo que es el criterio de aplicación cuando se trata del complejo conocido como enfermedades de fin de ciclo (EFC). Sucede que en el caso de la roya no hay tanta flexibilidad como en EFC y cuanto más temprano se aplique tanto más efectivo será el control.

âLas lluvias son un factor muy importante para decidir la aplicación, ya que en general los fungicidas aplicados en períodos de sequía no incrementan significativamente el rendimientoâ, señaló Carmona

Respecto del tipo de producto, Carmona se refirió a ensayos realizados en la campaña 2004/05 en  Villaguay (Entre Ríos) y  Gral. Vedia (Chaco), donde se compararon triazoles y sus mezclas con estrobirulinas, versus testigos sin tratar.

En la provincia mesopotámica, la diferencia entre tratado y no tratado fue de 40 a 50 pústulas por  cm2 versus  183 del testigo.

En Chaco, la diferencia fue aun mayor, pasando de 3 a 25 pústulas por cm2 en los tratados, contra  ¡326! en el testigo.

Finalmente, Carmona llamó a continuar investigando  para no bajar los brazos frente a esta enfermedad.

Seguí leyendo:

Temas relacionados: