Los precios locales del girasol ‘destruidos por una baja brutal de los valores internacionales y los derechos de exportación aplicados por el gobierno K’ podrían experimentar alguna mejoría en algún momento de 2009.
Así lo indicó un informe elaborado por el consultor agropecuario Jorge Ingaramo para la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
En estos momentos está ingresando a los mercados de mayor poder adquisitivo una producción récord del girasol del Hemisferio Norte, conformada por la de nuestros tres principales competidores, Ucrania, Federación Rusa y la Unión Europea (UE-27).
‘En este marco, y propiciada por la fuerte iliquidez que reina en los mercados, la demanda europea tiende al autoabastecimiento, en tanto que los productores de Europa Oriental se ven urgidos a vender su producción y hacerse de recursos financieros’, indicó Ingaramo.
Por esta razón el precio FOB oficial de la Sagpya para el aceite de girasol a granel es actualmente de 630 u$s/tonelada, mientras que un año atrás ese valor era de 1300 u$s/tonelada (es decir: una caída del 51%).
‘El desaliento exportador está reflejado en las condiciones locales de comercialización que, si bien han tenido una leve mejora en los últimos días, muestran un mercado con escaso volumen comercializado’, explicó Ingaramo.
Ayer martes las fábricas de Ricardone, Rosario y Deheza (flete y contraflete) ofrecieron 610 $/tonelada por la oleaginosa con descarga inmediata, mientras que un año atrás los precios pagados eran de 1180 $/tonelada (-48%).
Sin embargo, Ingaramo dijo que en caso de persistir la devaluación del dólar estadounidense con respecto al euro ‘que sólo en el mes de diciembre fue superior al 11%’ se podría iniciar un camino de recuperación de los precios internacionales de los aceites vegetales y por extensión del principal producto derivado del girasol.
En ese escenario, el economista apuntó que en algún momento de 2009 ‘la nueva producción argentina accedería en buenas condiciones por el sólo hecho de ser el único oferente del Hemisferio Sur y registrar un descenso de, por lo menos, un 28% en su oferta exportable si se la compara con la campaña anterior’.
De todas maneras, Ingaramo señaló que el desánimo presente en el complejo girasolero ‘podría atenuarse con una baja en los gravámenes por exportación y por el retorno de cierta expectativa positiva en los mercados internacionales, ya que el valor esperado del aceite en Rótterdam para abril-mayo de 2009, no ha sido castigado dramáticamente por la crisis’.
La superficie sembrada con girasol a nivel nacional en la campaña 2008/09 es de 2,12 millones de hectáreas, una cifra 21% inferior a la del ciclo anterior y 27% menor a la prevista en el primer semestre de 2008.
La zona girasolera en la cual se registró la mayor baja del área fue la del NEA, donde se sembraron apenas 165.000 hectáreas contra 325.000 en la campaña anterior. Además, los primeros lotes cosechados en esa región muestran rindes pobrísimos a causa de las restricciones hídricas y los ataques de plagas.
En tanto, en el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires los girasoles sembrados en octubre se encuentran en buena condición, mientras que las recientes lluvias mejoraron el estado de los cultivos en el sudoeste bonaerense.
