El incremento de precios con respecto al año pasado ha sido de alrededor del 18%. Los costos de fertilización varían de acuerdo al sistema de riego que la finca posea, la marca y tipo de producto que se utilizará.
Para esta temporada se deberán calcular aproximadamente entre $1.000 a $1.300 por hectárea con mano de obra incluida para poder fertilizar los viñedos
El Ing. Agr. Pablo Minatelli, gerente de viñedos de Bodegas Norton, señaló que las enmiendas orgánicas suelen aplicarse en la época invernal (para darle tiempo a que la microflora y microfauna del suelo logren descomponer la materia orgánica y liberar sus nutrientes para que puedan ser aprovechados por las raíces).
Fuera de ello, hay dos periodos de crecimientos radiculares que generalmente se aprovechan para la incorporación de nutrientes: en la primavera (luego de los 15 cm y hasta días antes de la floración) y luego en la poscosecha, “por fuera de esos períodos, pueden aplicarse nutrientes, dependiendo del estatus nutricional de la planta y fundamentalmente de la magnitud de la deficiencia o de las condiciones naturales en donde la planta crece, por ejemplo, en suelos muy pedregosos como lo son algunas zonas de barrancas, el aporte de nutrientes debe realizarse sobre todo el ciclo agrícola dado que la porción de suelo es muy baja y el aporte natural es casi nulo”, puntualizó Minatelli.
según publicó Agrovalle, el tratamiento post cosecha resulta fundamental. Es importante entender y conocer cómo fue la finalización de la temporada anterior, si la planta pudo almacenar la cantidad de nutrientes suficientes para promover este crecimiento inicial. Una vez descargada la fruta, las hojas siguen fotosintetizando. No hay crecimiento, por lo tanto, el producto de la fotosíntesis se transforma casi en un 100% en reservas para el próximo año.
“Si la poscosecha fue muy corta, si la planta estuvo muy exigida en producción (para el nivel de crecimiento que haya tenido) o si fue afectada fuertemente por accidentes climáticos, o, si no se cuido la sanidad de las hojas y el riego luego de la cosecha, el nivel de reservas que podrá acumular será bajo y por ende podrán manifestarse complicaciones en la primavera temprana (fallas de brotación, brotación despareja, tasas de crecimiento inicial muy bajas)”, explica Minatelli. Y destaca que en esas circunstancias es muy poco lo que se puede hacer para la temporada en curso ya que los aportes externos de nutrientes serán poco eficientes
Por su parte, el Ing. Agr. Juan Pablo Daruich, gerente de viñedos de Cepas Nobles, sostiene que durante los primeros 15 días de la brotación las plantas utilizan las reservas del año anterior. Es por ello que resalta la importancia de la post cosecha (marzo-abril), cuando la planta todavía se encuentra trabajando y absorbe nutrientes, ·en ese momento es ideal el agregado de nitrógeno porque la planta lo tomará en la siguiente temporada·.
Luego de los 15 primeros días de brotación, Daruich indica que pueden agregarse otros nutrientes como el fósforo (aumenta el sistema radicular) y el nitrógeno, “también hago aplicaciones foliares con boro, zinc y magnesio al momento de la floración para evitar corrimientos y lograr buenos cuajes. El calcio también puede aplicarse para engrosar las paredes celulares y así evitar podredumbres”.
Según un estudio del INTA, el periodo de necesidad crítica de nitrógeno de la vid es durante el rápido crecimiento primaveral de brotes hacia floración y crecimiento herbáceo de la baya. El requerimiento declina a través del verano hasta senescencia. El pico de absorción es entonces durante unas semanas, previo a floración, hasta envero, con un segundo pico entre cosecha y caída de hojas. Fuente: Claudia Ortiz – Especial para Área del Vino /Los Andes Fincas.
