En la empresa familiar, que aglutina un grupo de campos en Buenos Aires y Córdoba, con una unidad de negocios agrícola y otra ganadera, hace tiempo decidieron darle importancia al girasol, como antecesor fundamental para lograr buenos trigos, en ese campo.
âPara nosotros el girasol es un cultivo muy interesante y por eso nunca lo hemos abandonado; el año pasado, dentro de los cultivos tradicionales, nos dio el segundo margen bruto del campo detrás del trigo -la papa deja la mejor ganancia-â, explicó Ortíz. Es en este sentido que la soja la destinan a los lotes que se pueden sembrar más tarde, recién en noviembre o en los que hayan tenido verdeos de invierno, donde ha habido mucho consumo de agua. Con rindes de entre 2.700 y 3.000 kg/ha la soja no puede competir como en la zona núcleo.
De un campo de 6.800 ha, se dedican a la agricultura 4.500 ha, de las cuales en 970 se hace girasol. La rotación es maíz-girasol-trigo, en casi la mayoría de los lotes.
En las últimas campañas los rendimientos oscilaron desde un mínimo de 2.000 kg en los ambientes menos favorables a entre 3.100 y 3.500 kg, en los mayor potencial, a su vez los más frecuentes.
Un dato muy importante es que en los últimos cinco años han subido dos puntos la materia grasa obtenida, para llegar en la campaña 2005/06 al 51%. Esto es gracias a la implementación de buena genética y a factores ambientales.
El estándar básico de materia grasa para la comercialización es de 42%. Por sobre ese piso se pagan dos puntos de bonificación por cada punto de materia grasa. El 18% de bonificación que se obtiene en Bellamar es importante porque no ha pagado ni gastos de cosecha ni comerciales ni fletes. Es todo ganancia.
Estrategia. El encargado del manejo agrícola, quien constantemente está en el lote revisando que el cultivo no sea atacado por ninguna plaga y puede dar todo su potencial es Sergio Muise. El ingeniero explicó a Infocampo la estrategia que tienen en Bellamar para lograr girasoles de altos rindes. La siembra arrancó esta campaña el 20 de octubre y se extendió hasta mediados de noviembre, apuntando a una densidad de 65.000 plantas por hectárea.
En la presente campaña se dispuso de una gran proporción de girasol Clearfield para poder controlar mejor las malezas. El 85% de la variedad sembrada fue de la línea Paraíso, de Nidera, en sus líneas 102 CL, paraíso 22, 24 y 33. El 15% restante fueron materiales de ciclos cortos de Monsanto, el Dekalb 3880 CL (de alto potencial de rendimiento) y el Dekalb 3820 (de buen rendimiento de aceite por hectárea y excelente sanidad).
El 50% de la superficie de girasol se hace en siembra directa, y el 90% se hace sobre rastrojo de maíz, pero no directamente. Cosechado el cereal, se introduce hacienda para que haga un pastoreo en lo que queda luego de la trilla y limpiar el lote.
Cuando se hace SD hay beneficios (mantiene la estructura del suelo, se evita la degradación, se mantiene la materia orgánica del suelo, favorece la conservación de humedad). Pero también hay que tomar algunos recaudos. El más importante es que los rayos de sol no impactan directamente en la tierra porque se reflejan en el rastrojo.
Por eso, para la siembra usan barredores de rastrojos, dos discos con forma de estrella, con una cierta inclinación, que van abriendo la línea de siembra de un ancho de entre 5 y 10 centímetros que permite descubrir la línea y darle a la semilla una cavidad más cálida.
Al tener menor temperatura los procesos metabólicos se desencadenan más lentamente y se retarda la germinación. âCon los barredores lo que logramos es una germinación rápida y uniforme, que al ser más rápida le permite al cultivo evitar las plagas del suelo como gusanos o bichos bolitaâ, explicó Muise.
Para el control de malezas se pasa un escardillo que limpia las malezas en la línea de siembra en los lotes con convencional.
En lo que respecta a las nutrientes, luego de hacer un análisis de suelo en el que se determina la relación oferta-demanda a partir del rinde al que se quiere llegar, se aplican, a la siembra, 50kg de fosfato diamónico como fertilización de base, que tiene un efecto arrancador.
Para la empresa, el negocio del girasol cierra mejor, dada la cercanía (60 km) del campo con las plantas aceiteras que Cargill y Oleaginosas Moreno (Glencore) que poseen en Necochea, lo cual reduce el impacto del flete. Además, el establecimiento cuenta con una planta de 4.500 toneladas de capacidad, para acondicionado y secado de los granos cosechados.
Juan Ignacio Martinez Dodda
jdodda@infocampo.com.ar
