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Cadena cárnica: volvió la "escuelita" de Guillermo Moreno

Hoy se reanudaron las reuniones con representantes de frigoríficos y carnicerías. El secretario de Comercio Interior ofreció una clase de comercio exterior. Hubo una degustación de quesos que nadie quiso probar.

Hoy se reanudaron las reuniones con representantes de frigoríficos y carnicerías. El secretario de Comercio Interior ofreció una clase de comercio exterior. Hubo una degustación de quesos que nadie quiso probar.
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Por Infocampo

Las reuniones que lleva adelante el secretario de Comercio Interior con representantes de la cadena cárnica, que habían sido suspendidas por tiempo indeterminado luego de las elecciones legislativas, volvieron a concretarse hoy en la oficina de Guillermo Moreno. En su “regreso” el funcionario se lució con una clase, a modo de monólogo, sobre el comercio exterior de carnes.

El propio Moreno se encargó que la reunión de hoy tenga asistencia perfecta: desde los primeros días de la semana llamó a uno por uno de los asistentes para asegurarse de que nadie faltara al evento, conocido en el ambiente cárnico como “la escuelita”.

Se comunicó con directores de frigoríficos consumeros, exportadores y también con representantes de las carnicerías porteñas, a quienes hoy recibió con una degustación de quesos que nadie probó, ya que el inicio de la reunión se inició temprano (poco antes de las 10 de la mañana).

Si bien todos esperaban que Moreno avanzara con la idea de diseñar un esquema de premios y castigos para los frigoríficos que priorizaran el abastecimiento interno, el secretario no hizo referencia al tema, sino que soprendió a los “alumnos” con una clase magistral de comercio exterior de carnes bovinas, resaltando que “la Argentina encabezó el cumplimiento de los envíos correspondidntes a la cuota Hilton” 2009/10.

Durante la reunión, que se extendió durante unos 50 minutos, Moreno además hizo un repaso de los precios minoristas de los principales cortes ofrecidos en carnicerías porteñas, para luego proseguir con su curso intensivo de comercio exterior.

Ninguno de los asistentes habló durante el evento: sólo se limitaron a escuchar la clase de Moreno. Unos meses atrás había algunos participantes muy verborrágicos, que incluso festejaban los comentarios del secretario. Pero ahora hasta éstos permanecen en silencio; quizás toman algún apunte, como para disimular el aburrimiento.

Al finalizar la reunión que tuvo lugar esta mañana, algunos de los asistentes se preguntaban si los quesos ofrecidos, que nadie se animó a tocar, pertenecerían a la misma partida que Moreno ofreció degustar el año pasado, cuando intentaba colocar en el mercado interno el sobrestock generado por las restricciones aplicadas a las exportaciones de lácteos.

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