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Estrategia en la rotación: “Los cultivos de servicios deben planificarse como un cultivo más”

Especialistas que participaron de una nueva Agenda Aapresid repasaron las claves para tener éxito con los cultivos de servicios en 2024. La especie, la fecha y densidad de siembra, y la fertilización, los temas a precisar.

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Por Infocampo

Existen regiones donde los cultivos de servicios (CS) son fundamentales para ejercer su impronta.

Desde el centro de Santa Fe y el sudoeste de Córdoba, los asesores Navier Picco y Guillermo Rivetti participaron de Agenda Aapresid con la finalidad de hablar sobre las claves que no hay que dejar pasar a la hora de planificar estos cultivos en el próximo 2024.

En el sudoeste de Córdoba, el control de la erosión eólica es uno de los principales servicios que se buscan a la hora de incorporar un CS.

También se utilizan para atenuar otras problemáticas como la alta evaporación y temperaturas superficiales que tienen en los meses de verano y mejorar la gestión del agua caída durante esos meses.

En el Nodo Litoral Picco remarca que en la zona los CS son una herramienta fundamental para manejar los problemas de malezas. Sin embargo, la mayor limitante a su incorporación es el desconocimiento tanto de productores como de técnicos.

CULTIVOS DE SERVICIOS: DECISIONES y EXPERIENCIA

El profesional señala que para el control de malezas, las experiencias tienen muy buenos resultados principalmente con fechas de siembra tempranas arrancando a fines de febrero hasta mayo inclusive. En junio y julio los resultados son más erráticos, dependiendo del invierno.

Por otro lado, en el oeste, Rivetti dijo “que, si bien esta primavera fue atípica por el efecto acumulado de tres sequías consecutivas, lo que corroboramos año tras año es que la diferencia en el agua útil que encontramos en suelo que viene de un CS bien manejado versus uno de barbecho no supera los 50/70 mm en favor del segundo”.

Ese valor puede parecer mucho pero en primavera-verano es donde se dan las mayores precipitaciones y no suele ser un milimetraje difícil de recuperar.

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DECISIONES QUE MARCAN LA DIFERENCIA

Una vez claro el objetivo de hacer CS, hay decisiones que no pueden dejarse libradas al azar. Estas incluyen: elección de especie, fecha de siembra (FS) y densidad.

Además hay que tener en cuenta la rotación, ¿de qué venimos y hacia qué vamos? Y no olvidarnos de las perspectivas climáticas para definir el momento óptimo del secado.

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Según Picco, la FS es fundamental porque mientras antes se siembre se aprovechan las mejores condiciones del otoño, mejora la implantación y crecimiento del cultivo.

Esto estará condicionado por el cultivo antecesor. En relación a esto último, Rivetti agregó que en la zona, las siembras aéreas de gramíneas como centeno sobre maíces en pie, es una buena opción para adelantar la FS.

En cuanto a la fertilización, se habló de fertilizar el sistema, entendiendo que invertir en nutrir un CS aportará nutrientes a los cultivos de renta siguientes en la rotación. Y agregó: “el CS debe manejarse y planificarse como un cultivo más, poniendo toda la cabeza y tecnologías necesarias”.

Ambos referentes hicieron énfasis en la importancia de los CS como herramienta para mejorar la diversificación y la intensificación de las rotaciones, y así, la sustentabilidad del sistema.

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