José María Campagnoli terminó la primera audiencia pública de su juicio político con la esperanza de que su situación, que días atrás parecía condenada, puede tener un resultado favorable. “Me di cuenta de lo endeble de la acusación y creo que vamos a poder revertir esto”, dijo al hablar con la puerta al dejar el edificio del Ministerio Público, en Avenida de Mayo 760.
“Seguimos sosteniendo que la acusación no tiene sustancia. Yo tengo mucha confianza en el trabajo de mis abogados. Y confío en que podemos tener un veredicto muy favorable”, dijo.
La procuradora general, Alejandra Gils Carbó, fue quien solicitó el enjuiciamiento y la suspensión de Campagnoli, quien había comenzado una investigación de oficio al empresario Lázaro Báez tras la transmisión del programa Periodismo para Todos de Jorge Lanata en el que aparecieron por primera vez Leonardo Fariña y Federico Elaskar.
En su acusación, Gils Carbó dijo que Campagnoli avanzó con la investigación abusando de su poder e invadiendo la competencia de otro fiscal, aun sabiendo que no le correspondía y “poniendo en serio peligro el avance de la persecución penal”. Por ello, impulsó el juicio contra el fiscal, suspendido por el Tribunal de Enjuiciamiento. La decisión fue señalada por la oposición como un movimiento para amedrentar a otros fiscales que investigan casos de corrupción.

