De este modo lo aclaró el especialista Marcelo De León, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Manfredi, de la provincia de Córdoba al abordar la temática del silaje en el Seminario Regional “Ganadería y Compromiso” efectuado en la ciudad de Bahía Blanca (Buenos Aires), según publicó Noticias Argentinas.
El experto aclaró que la “incorporación de silaje se suma a las herramientas que permiten producir mucha más cantidad de forraje, de buena calidad, para usarlo en los momentos en que estamos débiles de los forrajes provenientes de las pasturas y combinarlos”.
“De este modo se pueden formular dietas para los vacunos que se acoplen a los distintos requerimientos de los sistemas de producción: de cría, engorde, recría y terminación”, sostuvo a NA.
Además ratificó que ven “un crecimiento muy grande de superficie destinada a silaje en el país, ya estamos en casi dos millones de hectáreas en todas las regiones, en maíz y sorgo, mientras muy poquito de pasturas”.
“Ha habido un crecimiento muy grande en regiones básicamente de áreas de carne, en regiones de ganadería de leche siguen haciendo más o menos lo de siempre, pero hubo un crecimiento muy grande en regiones no tradicionales de producción de silaje donde la ganadería era más pastoril y más extensiva”, sostuvo a Noticias Argentinas.
El especialista explicó que “lo que permite esto es un incremento muy grande en la productividad ganadera, los kilos de carne producidos por hectárea a costos totalmente razonables, por lo tanto, el resultado económico de la empresa se ve mejorado de forma muy importante”.
“Además le da más seguridad al sistema desde el punto de vista de que ya tenemos el forraje, sabemos cuánto es y lo tenemos conservado en los silobolsas, picado el grano y húmedo”, añadió.
La mayoría en la Argentina del forraje ganadero se “embolsa”, a pesar de que se puede hacer en “búnker o puente pisándolo con el tractor, pero el crecimiento grande ha sido el embolsado”.
En lugar de cosechar sólo el grano, se recolecta toda la planta, se la pica con máquinas “que hacen un picado total de la planta, lo embolsan y queda húmedo, conservado hasta que se abre la bolsa, eso se produce en verano pero hay forraje asegurado para todo el año”, indicó De León.