Ricardo Echegaray no esperó ni siquiera un día. Horas después que trascendiera que el fiscal del caso Ciccone, Jorge Di Lello había pedido su indagatoria y la de Amado Boudou, se presentó ante el juzgado de Lijo.
El director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) entregó un escrito en el que asegura que hizo las cosas como corresponden y pide que se resuelva su situación.
El escrito fue dejado en el juzgado de Ariel Lijo y lleva la firma de Echegaray y del abogado Eloy Abel Roldán. En esas seis carillas del texto Echagaray reiteró lo que dijo en otra presentación hecha el 4 de febrero pasado. En aquella ocasión se presentó como testigo, tal como se lo había indicado el juez Lijo.
Según publicó Infobae, Echegaray se consideró indagado y en esos términos se presentó espontáneamente. Insistió con el argumento acerca de que no otorgó una quita de deuda a los nuevos dueños de Ciccone una vez levantada la quiebra de la empresa porque eso no está permitido. Sin embargo, un año después, cuando la empresa The Old Fund readecuó su petición, le otorgó un plan de facilidades-como otros tantos- para los que estaba facultad la AFIP.
El primer pedido de quita, que fue el que avaló Boudou en su gestión como ministro de Economía mediante una carta que le envió a Echegaray, fue rechazado por la AFIP.
Además explicó nuevamente que la AFIP logró cobrar cerca de 12 millones de pesos de deuda que tenía Ciccone a la que le habían iniciado 172 juicios de ejecución. “Actué en el marco de la ley, hice lo que la ley faculta y no hice lo que la ley no habilita”, indicó.

